Tupperware Brands, la icónica empresa detrás de los recipientes de almacenamiento de alimentos que dominaron los hogares durante décadas, ha presentado una solicitud de protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos. Esta decisión refleja los graves problemas financieros que la compañía enfrenta, incluyendo la caída en la demanda de sus productos, que alguna vez fueron indispensables en las cocinas de todo el mundo.
¿Cómo nació Tupperware?
La historia de Tupperware comenzó en 1946, cuando su fundador, Earl Tupper, revolucionó el mercado con sus recipientes de plástico diseñados para conservar alimentos. En la década de 1950, las “fiestas Tupperware”, organizadas principalmente por amas de casa en busca de independencia económica, consolidaron la marca como un símbolo de innovación y empoderamiento femenino. Sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente desde entonces, dejando a la empresa al borde de la extinción.
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En las últimas décadas, Tupperware ha sido incapaz de competir con la creciente oferta de alternativas más económicas y ecológicas. La presión ha aumentado con la popularización del comercio en línea y la entrega de comida a domicilio, así como con la demanda de productos más amigables con el medio ambiente. A pesar de sus intentos por adaptarse, incluyendo el desarrollo de ventas en línea y acuerdos de distribución con tiendas físicas, la empresa no ha podido frenar su declive.
Razones detrás de la bancarrota de Tupperware
La declaración de quiebra de Tupperware llega tras varios años de dificultades económicas. En 2023, la empresa reestructuró su deuda, pero la situación no mejoró. Laurie Ann Goldman, directora ejecutiva de Tupperware, señaló que la empresa ha estado operando bajo un “entorno macroeconómico difícil”, con costos elevados de mano de obra, flete y materias primas que han afectado su rentabilidad.
Además, el cambio en las tendencias de consumo ha jugado un papel crucial en su caída. En sus años de auge, la compañía se beneficiaba de su exclusiva red de vendedores que organizaban reuniones en casa para promocionar sus productos. No obstante, la llegada de los gigantes del comercio electrónico, como Amazon, y la competencia de marcas más baratas hicieron que Tupperware perdiera terreno.
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Tupperware reportó activos valorados entre 500 millones y 1,000 millones de dólares, mientras que sus pasivos estimados oscilan entre 1,000 y 10,000 millones de dólares. Este desequilibrio financiero ha llevado a la empresa a solicitar protección bajo el Capítulo 11, lo que le permitirá seguir operando mientras se reorganiza y busca nuevos inversionistas.
¿Afectará esto a México?
Aunque aún es pronto para saber cómo impactará la quiebra de Tupperware en sus operaciones globales, incluyendo México, la empresa ha señalado su intención de continuar vendiendo sus productos a través de los canales actuales: representantes de ventas con catálogo, minoristas y plataformas en línea. Por lo tanto, no se esperan cambios inmediatos en su forma de operar en el país.
Tupperware sigue siendo una marca presente en más de 100 países, pero el futuro de la empresa dependerá de su capacidad para atraer nuevos inversionistas y adaptarse a un mercado que ha evolucionado rápidamente. El desafío será volver a posicionarse como un producto relevante en un mundo donde la sostenibilidad y el comercio digital dictan las reglas del consumo.
Si bien la empresa planea mantenerse a flote con la reestructuración, su futuro como líder en el mercado de recipientes de almacenamiento de alimentos parece incierto.
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