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Trump desata poderes de guerra contra migración y narcotráfico

Trump desata poderes de guerra contra migración y narcotráfico

Trump desata poderes de guerra contra migración y narcotráfico

Trump desata poderes de guerra por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial para combatir la migración y el narcotráfico.

En un movimiento histórico, el presidente Donald Trump invocó este lunes poderes de guerra no utilizados desde la Segunda Guerra Mundial para combatir lo que denomina una “invasión de inmigrantes indocumentados” y los cárteles de narcotráfico mexicanos.

Los poderes de guerra movilizan al Pentágono

Las órdenes ejecutivas firmadas el 20 de enero movilizan al Pentágono y agencias civiles para implementar acciones diseñadas exclusivamente para tiempos de conflicto bélico.

Trump, durante una rueda de prensa en la Oficina Oval, enfatizó que estas medidas se ejecutarán “a un nivel que nadie ha visto antes”.

Esto incluye la identificación, detención y deportación de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, con especial énfasis en pandillas como la MS-13 y otras redes delictivas internacionales.

Emergencia nacional y militarización de la frontera

La declaratoria de emergencia nacional en la frontera con México refuerza la construcción del muro fronterizo y autoriza el despliegue de tropas militares para vigilancia, arresto y transporte de migrantes.

Estas medidas también buscan combatir a los grupos criminales responsables del tráfico de drogas y personas.

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En paralelo, Trump firmó la orden que clasifica a los cárteles mexicanos como grupos terroristas internacionales, una designación que permite acciones más agresivas bajo la Ley Patriota.

Esta medida podría extenderse a empresas e instituciones bancarias que colaboren indirectamente con el narcotráfico.

Reacciones e implicaciones legales

Aunque estas acciones enfrentan posibles retos constitucionales, Trump dejó claro que, de ser necesario, invocará el Acta de Insurrección.

El Congreso, ahora dominado por republicanos, ya aprobó el Acta Laken Riley, endureciendo las penas para inmigrantes indocumentados por delitos menores.

Las próximas semanas definirán el alcance de esta estrategia, que marca un antes y un después en la política migratoria y de seguridad de Estados Unidos.

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