Silvia Santez, una de las figuras más reconocidas en la industria del entretenimiento para adultos en México, comparte su fascinante y a menudo peligrosa trayectoria en una entrevista íntima.

La vida le cambió a los 18 años

A los 18 años, Silvia Santez tomó la decisión que cambiaría su vida para siempre. Respondiendo a un anuncio en un periódico que buscaba “masajistas de amplio criterio”, se aventuró en un mundo desconocido, comenzando en una casa de citas en la colonia Doctores de la Ciudad de México. Aunque sin experiencia previa, su determinación y carácter la llevaron a tener éxito inmediato, atendiendo a varios clientes en su primer día.

Sin embargo, no todo fue sencillo. Tras ser sugerida por sus compañeras, se trasladó a un establecimiento en Polanco, donde el ambiente era más exclusivo y los servicios, mucho mejor remunerados. Allí, Silvia comenzó a relacionarse con un tipo diferente de clientela, más educada y con mayores recursos, lo que le permitió establecer relaciones duraderas que mantienen hasta hoy.

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Del baile a la nueva Silvia Santez XXX

Después de un tiempo en el oficio de escort, Silvia se cansó de la rutina y decidió probar suerte en el mundo del baile exótico. En la Zona Rosa, trabajó en el club Tahití, famoso por sus espectáculos de showers dance, donde se sintió más cómoda y encontró un nuevo nicho para su talento. Más tarde, su carrera la llevó a San Ángel, donde continuó bailando hasta que el lugar cerró sus puertas por orden por las autoridades.

No obstante, Silvia no se detuvo ahí. Su incursión en la industria pornográfica fue casi accidental. Durante una comida familiar, escuchó un anuncio de casting en la radio y decidió probar suerte. Desde entonces, se convirtió en una de las estrellas más destacadas de la escena pornográfica mexicana, colaborando con plataformas como SexMex y ganando reconocimiento en eventos como la Expo Sexo, donde la garlardonaron como actriz revelación y chica squirter.

Estuvo a perder la vida a manos de un cliente

La carrera de Silvia no ha estado exenta de riesgos. Durante su tiempo como bailarina exótica, vivió experiencias traumática. En una ocasión un cliente borracho la mordió, en otra estuvo a morir estrangulada por otro durante un encuentro en un hotel. Estos incidentes la obligaron a reconsiderar su entorno laboral, alejándola de los ambientes donde la seguridad personal era comprometida.

A pesar de estos desafíos, Silvia encuentra satisfacción en su trabajo, especialmente como escort. Para ella, la relación interpersonal que se establece con sus clientes es invaluable, y disfruta ser una fantasía para otros. El alcance de su fama ha trascendido fronteras, recibiendo mensajes de admiradores desde lugares tan lejanos como Guatemala, Los Ángeles y España.

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Silvia Santez, SexMex y La Mansión Porno de los Famosos

Hoy en día, Silvia Santéz es completamente independiente. A diferencia de muchas otras en su industria, no se anuncia en páginas de terceros ni depende de intermediarios. Su negocio lo maneja a través de sus redes sociales, ofreciendo contenido exclusivo por una suscripción mensual. Su éxito también se extiende al cine para adultos, donde continúa trabajando con SexMex, una plataforma con proyección internacional.

Ahora es una de las participantes de La Mansión Porno de los Famosos.

Para Silvia, su carrera es más que un trabajo; es una forma de vida que le ha permitido mantener su libertad y autonomía. “Siempre se ha dicho que cuando haces lo que te gusta, no es trabajo”, afirma. Y para ella, esa afirmación no podría ser más cierta.

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