La vida de Elizabeth Woolridge Grant, conocida mundialmente como Lana del Rey, parece extraída de una de sus letras más melancólicas y románticas.

A sus 39 años, la cantante y compositora ha mantenido un perfil poco convencional, tanto en su música como en su vida amorosa.

Su historial sentimental incluye relaciones con músicos, como Barrie-James O’Neill y el rapero G-Eazy, así como con el fotógrafo de renombre Francesco Carrozzini.

Sin embargo, su romance más reciente ha sorprendido a muchos: se trata de Jeremy Dufrene, un guía turístico especializado en rutas de caimanes en Luisiana.

La relación entre Lana y Jeremy se hizo pública en agosto de este año, durante su aparición en el Reading Festival en Inglaterra.

La combinación de la fama de la cantante y la inusual profesión de Dufrene fue inicialmente sorprendente, pero rápidamente fue aceptada por sus seguidores.

La boda de Lana Del Rey

Esta semana, los rumores sobre su inminente boda fueron confirmados cuando ambos obtuvieron una licencia matrimonial el 23 de septiembre en Thibodaux, Luisiana.

El evento nupcial se llevó a cabo en un entorno íntimo, junto a un pantano en Des Allemandes, el mismo lugar donde Dufrene organiza sus excursiones.

El Daily Mail publicó imágenes exclusivas de la ceremonia, donde Lana fue vista caminando hacia el altar, acompañada por su padre, Robert Grant, luciendo un elegante vestido de novia y un ramo de flores. Dufrene, por su parte, optó por un traje negro clásico.

Este es el primer matrimonio de la cantante, cuya fortuna se estima en 30 millones de dólares, y el segundo de Dufrene, quien tiene tres hijos y es diez años mayor que ella.

Aunque su relación se conoció oficialmente hace poco, Lana y Jeremy se conocían desde 2019, tras la actuación de la artista en el Buku Music + Art Project.

Ambos se reencontraron en mayo durante el Hangout Fest, y desde entonces la chispa entre ellos ha crecido. Sin embargo, a pesar de la formalización de su relación, la pareja aún no ha devuelto la licencia matrimonial, un paso crucial para legalizar su unión.

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La decisión de Lana de mantener la ceremonia alejada del escrutinio público contrasta con la atención que suele recibir. Parece que esta vez, la cantante ha optado por una celebración más privada, a pesar de los rumores y la atención mediática que la rodea.

A medida que comienzan esta nueva etapa en sus vidas, muchos se preguntan si esta unión está destinada a durar, o si es solo un capítulo más en la historia de amor de la enigmática artista.

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