En el Plan Cero Ocio, los reclusos con delitos menores limpian calles y playas, también construyen viviendas dentro de las cárceles de El Salvador.
El gobierno de Nayib Bukele lanzó el ambicioso plan Cero Ocio, una iniciativa destinada a transformar el sistema penitenciario de El Salvador.
En este plan, los presos tienen una participación activa en labores productivas como obreros, cocineros y en otros oficios.
Esta medida pretende no solo reformar la conducta de los reclusos, sino también retribuir a la sociedad salvadoreña por los delitos cometidos.
Desde su ascenso al poder, Bukele adoptó una política de mano dura contra las pandillas.
Especialmente la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, que han sido responsables de gran parte de la violencia y el crimen en el país.
El presidente ha sido criticado y elogiado por igual por sus métodos contundentes, que incluyen la militarización de algunas áreas y la creación de la llamada “mega cárcel”.
Bajo el Plan Cero Ocio, se estima que unos 2,000 reclusos de confianza participan activamente en más de 50 comisiones laborales diarias.
TIENES QUE LEER: Patricia Bullrich elogia el modelo policial de Bukele durante su visita a EEUU
Estas actividades están diseñadas no solo para ocupar el tiempo de los presos de manera productiva.
También para inculcar disciplina y responsabilidad, transformando la cultura carcelaria en El Salvador.
Formando personas productivas
Según reportes, la iniciativa ha logrado fomentar hábitos positivos y una disciplina laboral entre los participantes.
Aproximadamente 2,000 presos salen diariamente a realizar diversas tareas, incluyendo limpieza de playas, reparación de escuelas y hospitales.
Así como colaboración en proyectos de infraestructura policial y construcción de viviendas para familias de bajos recursos dentro de las instalaciones penitenciarias.
¿Una violación a los derechos humanos o un castigo ejemplar?
Las reacciones ante el plan han sido variadas.
Por un lado, defensores de los derechos humanos expresaron preocupación por las condiciones de los presos y las implicaciones éticas de utilizar el trabajo carcelario como una forma de castigo adicional.
Además, la exhibición pública de los presos, como la presentación de imágenes de miles de reclusos en ropa interior para promover la mega cárcel, ha generado críticas internacionales.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP
Por otro lado, muchos ciudadanos salvadoreños han apoyado las medidas de Bukele como una respuesta necesaria ante la violencia desenfrenada y la criminalidad que han plagado al país durante décadas.
El gobierno defiende estas acciones como parte de una estrategia integral para restaurar el orden y la seguridad en las comunidades afectadas por la delincuencia organizada.
Impacto y futuro del Plan Cero Ocio
A pesar de las controversias, el gobierno de Bukele continúa implementando el Plan Cero Ocio con determinación.
Recientemente, se han intensificado los operativos de seguridad en áreas como Soyapango, resultando en la captura de cientos de pandilleros y la recuperación de propiedades usurpadas.
Estas acciones reflejan el compromiso del gobierno salvadoreño con enfrentar de manera decisiva los desafíos de seguridad pública que enfrenta el país.
En conclusión, el Plan Cero Ocio representa un intento audaz de reformar el sistema penitenciario de El Salvador y abordar de manera integral el problema de la criminalidad.
Sin embargo, su éxito a largo plazo dependerá de la capacidad del gobierno para garantizar que estas medidas no solo sean efectivas en la reducción del crimen, sino también respetuosas de los derechos humanos y la dignidad de los reclusos.
TE PUEDE INTERESAR:
