Nicolás Maduro busca consolidar su mandato bajo fuerte custodia militar, mientras Edmundo González, reconocido por la oposición y varios países, prepara su regreso desafiante para tomar posesión.
El régimen de Nicolás Maduro ha desplegado 1,200 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para garantizar la seguridad de su investidura presidencial ante el inminente regreso de Edmundo González este 10 de enero.
Esta acción, anunciada por el coronel Alexander Granko Arteaga, ocurre en medio de denuncias de fraude en las elecciones del pasado 28 de julio.
“Garantizaremos la paz de nuestra revolución”, afirmó Granko, justificando el despliegue militar como defensa ante supuestas amenazas externas.
Edmundo González desafía desde el exilio
Por su parte, Edmundo González, líder opositor reconocido como presidente electo por múltiples países, insiste en regresar a Venezuela el mismo día para asumir el cargo.
González, exiliado en España tras amenazas del régimen chavista, asegura contar con actas que avalan su victoria en las elecciones.
“Mi intención es cumplir el mandato que me dieron los venezolanos”, expresó desde Argentina, donde fue recibido por el presidente Javier Milei.
Un clima de incertidumbre y apoyo internacional
La tensión crece mientras González realiza una gira internacional, buscando apoyo político para impedir que Maduro prolongue su mandato.
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Líderes como Milei y Joe Biden han mostrado respaldo al opositor, quien afirma que su regreso será discreto pero firme. Entretanto, Maduro enfrenta crecientes críticas internacionales por la falta de transparencia electoral y la persecución de la oposición.
El próximo 10 de enero será decisivo para el futuro de Venezuela, con dos líderes enfrentados en su lucha por el poder, en un contexto de militarización y fracturas internas e internacionales.