Usuario de Twitter pone a la venta fertilizante natural de origen volcánico por temporada a $450 el kilo, con envíos a todo el país.
El usuario advierte que si no se sabe sobre fertilizantes volcánicos, no arruinen su negocio. Aunque parezca una broma, la ceniza volcánica y la magma son soluciones ambientales.
Nutrientes para la tierra
La arena volcánica contiene los nutrientes necesarios para la tierra, mientras que la magma volcánica reacciona ante el mar y regenera el ecosistema.
Estos fertilizantes son una alternativa a la sobreexplotación agrícola y ganadera, la deforestación y la contaminación del agua en el medio ambiente.
La arcilla volcánica, que es de origen volcánico al igual que muchas rocas ígneas y magmáticas, ha sido utilizada en la construcción desde tiempos antiguos. Algunos científicos creen que la vida en la Tierra se debe, en parte, a la presencia de arcilla en el suelo.
“La arcilla negra es un tipo de arcilla volcánica formada por sedimentos fosilizados que se han descompuesto y han formado capas a lo largo del tiempo”.
En la isla de La Palma, el volcán ha cubierto extensas áreas con ceniza volcánica y arena volcánica. Es interesante observar cómo el pino canario ha desarrollado, de manera natural, adaptaciones genéticas para sobrevivir a los incendios y la actividad volcánica.
Las plataneras han prosperado en suelos volcánicos después de la última erupción en Teneguia. La ceniza volcánica, que es una forma de arena volcánica, contiene los minerales necesarios para ser utilizada como fertilizante natural.
Sin embargo, es importante utilizarla en la cantidad adecuada para equilibrar el pH del suelo.
Agricultura sostenible
Si utilizamos este fertilizante en bosques, podremos contribuir a la reforestación y aprovechar las adaptaciones que los pinos canarios tienen contra los incendios.
Con una agricultura sostenible, podremos regular las lluvias, lo que resultará en océanos, ríos y mares más limpios, gracias a la ayuda de la magma volcánica.
En Chile, el mercado de fertilizantes sintéticos domina el 97% de la producción nacional de cultivos. Sin embargo, un proyecto financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) está desarrollando un abono orgánico a base de minerales de origen volcánico con el objetivo de reemplazar el 20% de la demanda nacional de nutrientes.