Franco Escamilla, uno de los comediantes más reconocidos en México, se encuentra en el ojo del huracán tras recibir críticas por los comentarios ofensivos hacia su hija después de su fiesta de XV años. Sin embargo, la situación ha dado un giro inesperado cuando la tiktoker La Fatshionista decidió alzar la voz y recordarle al humorista que ella también fue víctima de sus burlas, “de a gratis”, como ella misma lo describe.

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En un video que rápidamente se ha hecho viral en redes sociales, La Fatshionista le recordó a Escamilla el momento en que, años atrás, él y su compañero Iván Fematt, mejor conocido como La Mole, se mofaron de ella y de su podcast sin motivo alguno. Con una frase contundente, la creadora de contenido lo pone en jaque:

“Las vueltas que tiene la vida… Ahora Franco Escamilla está furioso con los comentarios gordofóbicos hacia su hija, porque ‘entre comediantes nos put*amos, pero con la familia NO’. ¿Y yo? Yo no soy comediante Franco, ¿cuál es tu excusa conmigo?”.

Este recordatorio ha hecho que las redes exploten en una oleada de opiniones. Mientras algunos defienden el derecho de Escamilla a proteger a su familia, otros ven en la denuncia de La Fatshionista una oportunidad para exponer lo que califican como la “doble moral” del comediante.

“¿Yo no sabía ni qué estaba pasando y ya me odiaban?”: La Fatshionista

El relato de La Fatshionista toma fuerza cuando narra cómo fue blanco de comentarios llenos de odio y gordofobia luego de que Escamilla y La Mole se burlaran de su físico en uno de sus programas. Lo más sorprendente es que, en su momento, ella no tenía idea de quiénes eran ni por qué estaba recibiendo tanto odio en redes:

“No sabía qué estaba pasando y tuve que rastrear el ‘hate’ hasta los videos de Franco Escamilla y La Mole. Él está ofendidísimo porque entre comediantes sí se pueden put*, pero yo ni lo topo, ni a él ni a La Mole“.

El tono directo y firme del video de La Fatshionista ha resonado con miles de personas que, al igual que ella, han sufrido ataques por su físico en redes sociales. El impacto de su mensaje no solo pone en evidencia la fragilidad de las fronteras entre el humor y la ofensa, sino también cómo las plataformas digitales pueden amplificar el daño emocional que generan las palabras, sobre todo cuando vienen de figuras públicas con grandes audiencias.

Luego de la fiesta de XV años de la hija de Franco Escamilla, usuarios le recordaron sus chistes sobre quinceañeras con sobrepeso
Luego de la fiesta de XV años de la hija de Franco Escamilla, usuarios le recordaron sus chistes sobre quinceañeras con sobrepeso

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El pasado que vuelve a morder

Este nuevo episodio de críticas hacia Franco Escamilla ha destapado una serie de viejas publicaciones y comentarios donde el comediante hacía chistes sobre personas con sobrepeso. Algunas de estas bromas, según señalan usuarios en Twitter y TikTok, datan de más de 10 años, cuando Escamilla no tenía la misma notoriedad que posee hoy. Sin embargo, muchos se preguntan si el comediante ha evolucionado en su forma de hacer humor o si sigue siendo prisionero de los mismos estigmas que ahora afectan a su propia hija.

Por su parte, La Fatshionista ha encontrado en este momento una plataforma para reivindicar su experiencia y la de muchas otras personas que han sufrido ataques en internet. El eco de su denuncia está generando un debate sobre los límites del humor, el poder de las palabras y la responsabilidad que los creadores de contenido deben asumir cuando sus comentarios traspasan la pantalla y lastiman a otros.

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¿Justicia poética o ironía cruel?

La historia de La Fatshionista y Franco Escamilla parece, para muchos, un ejemplo perfecto de “justicia poética”, donde quien una vez fue el que hizo reír a costa de otros, ahora enfrenta el dolor que esa misma dinámica puede generar. Para otros, es simplemente una ironía cruel: la vida le está devolviendo a Escamilla el mismo golpe, pero esta vez desde el ángulo más personal posible, su familia.

Mientras el debate continúa encendiendo las redes, es inevitable preguntarse si este episodio marcará un antes y un después en la forma en que los comediantes, y en general los creadores de contenido, abordan temas delicados como el físico de las personas. Franco Escamilla aún no ha emitido una respuesta directa a La Fatshionista, pero su silencio podría decir mucho más de lo que las palabras podrían expresar.

Lo que es seguro es que este episodio ha demostrado, una vez más, que las palabras importan, y las vueltas que da la vida pueden sorprender a cualquiera.

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Viaja a Puebla
Itandehui Rodríguez Martínez

Itandehui Rodríguez Martínez

Poblana, tutora de Monólogos de Ménade, responsable de lo que dice y hace y no de lo que le inventa. Resiliente, en constante reinvención y en una relación.