El avión de regreso a España con las campeonas del mundo tuvo un inicio poco festivo.
En el vuelo desde Sídney a Doha, donde la expedición hizo escala antes de poner rumbo a Madrid, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se dio cuenta de que los gestos de Luis Rubiales, presidente de la RFEF, en la final del Mundial habían causado controversia en todo el mundo.
Los gestos en cuestión incluyeron un beso a Jenni Hermoso y unas imágenes controvertidas en el palco. También se generaron críticas e insultos hacia Rubiales por su comportamiento.
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Ante esta situación, la RFEF puso en marcha una estrategia de comunicación en el avión, que transportaba a más de 300 personas, incluyendo patrocinadores, familiares, personal federativo y las 23 jugadoras campeonas del mundo.
Jenni niega a defender a Rubiales
El presidente Rubiales rogó a Jenni Hermoso que apareciera en un vídeo grabado en el aeropuerto de Doha para pedir disculpas y explicar lo sucedido en la entrega de premios.
Sin embargo, Hermoso se negó, expresando su deseo de centrarse en hablar del título obtenido
Afirmando que cualquier persona que debiera dar explicaciones o disculpas debería hacerlo por sí misma.
El presidente Rubiales intentó en vano persuadir a Hermoso, incluso mencionando que su propio puesto estaba en juego y que necesitaba su respaldo.
Sin embargo, la futbolista mantuvo su postura.
El video resultante en el que Luis Rubiales ofrecía disculpas se grabó en la escala de Doha, pero, a pesar de los intentos de Rubiales, solo él apareció en el video.
Posteriormente, la tensión disminuyó a medida que el vuelo se dirigía a Madrid, y la celebración retomó su curso con las familias involucradas.
Además, se ha revelado que las declaraciones atribuidas a Jenni Hermoso en un comunicado de la RFEF después de la consecución del título no fueron hechas por la jugadora.
Según fuentes, esas declaraciones fueron escritas por el departamento de comunicación de la Federación y difundidas a los medios, sin la participación de Hermoso.
La familia de la futbolista respaldó su decisión de no pronunciarse sobre el asunto.
A pesar de haber hecho declaraciones iniciales sobre la alegría de tener una hija campeona del mundo, no hicieron más comentarios sobre el comportamiento de Rubiales.
También se informa que el Director de Integridad de la RFEF y otros empleados de la Federación se negaron a hacer comentarios sobre el incidente.
La celebración de las campeonas se llevó a cabo sin la presencia de Rubiales en Príncipe Pío.
En resumen, la controversia en torno a los gestos de Rubiales en la final del Mundial de Fútbol Femenino ha generado tensiones en el equipo y en la Federación, y Jenni Hermoso se ha negado a respaldar al presidente en un comunicado conjunto.