En su participación en el Foro de Davos, el presidente argentino Javier Milei centró su discurso en una crítica vehemente a lo que denominó “agenda woke”, atacando políticas relacionadas con el feminismo, el ambientalismo, los derechos LGBT y la inmigración.
Las declaraciones del mandatario incluyeron referencias homofóbicas y afirmaciones controvertidas que despertaron una oleada de críticas en redes sociales y entre figuras públicas.
Javier Milei desata polémica en el Foro de Davos
Entre sus expresiones más polémicas, Milei declaró:
“Nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo, o cuando un preso alega ser mujer y termina violando a mujeres en prisión. Estos abusos son promovidos bajo la bandera de la ideología de género.”
El mandatario también acusó a los defensores de derechos LGBT de ser responsables de “mutilaciones y tratamientos hormonales a niños sanos” y de promover una agenda que, según él, daña “irreversiblemente” a menores.
Además, afirmó que los casos extremos de esta ideología constituyen “abuso infantil” y calificó a los involucrados como “pedófilos”.
Reacciones divididas
El discurso generó reacciones inmediatas en redes sociales.
Periodistas y activistas calificaron los comentarios de Milei como discursos de odio:
- “El Estado argentino entró en la fase definitiva del homoodio oficial. Plan de exterminio mileísta ante los ojos del mundo”, denunció el periodista Franco Torchia.
- Tomás Máscolo escribió: “Para Milei, los homosexuales somos pedófilos. Su política de odio y desinformación tiene consecuencias trágicas en la sociedad.”
En contraste, figuras como el influencer Agustín Laje defendieron al mandatario:
“Insuperable lo de Javier Milei en el Foro de Davos: destruyó el wokismo en su propio cuartel general. Un líder que enfrenta a la élite globalista.”
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El legislador libertario Ramiro Marra también respaldó a Milei, afirmando que “el presidente ha puesto fin a las mentiras y la locura progresista”.
Críticas a la agenda global
Milei utilizó el foro para cuestionar ampliamente las instituciones internacionales y sus políticas, acusándolas de fomentar la “inversión de los valores occidentales”. Entre sus señalamientos incluyó al feminismo, al que calificó como “una distorsión innecesaria del concepto de igualdad”, y al ambientalismo, que según él, promueve la idea de que “los seres humanos somos un cáncer para el planeta”.
Asimismo, negó la existencia del cambio climático y criticó el aborto, asegurando que se ha convertido en un problema para el crecimiento poblacional. En materia migratoria, calificó los movimientos hacia economías más fuertes como una “colonización inversa”.
Contexto de su discurso
El discurso de Milei, más breve y con menor audiencia que el de su primera participación en Davos, se caracterizó por un tono confrontativo hacia el orden occidental contemporáneo.
Nombró como sus aliados a líderes como Elon Musk, Donald Trump, Giorgia Meloni, Viktor Orbán y Nayib Bukele, a quienes calificó como “símbolos de creatividad y coraje”.
Sin embargo, las críticas hacia su retórica incendiaria no se hicieron esperar. Activistas y expertos advierten que los mensajes de Milei podrían tener consecuencias directas en los derechos humanos y la convivencia social, mientras que sus seguidores lo aplauden como un líder disruptivo en la lucha cultural.
El presidente argentino parece decidido a mantener su línea de ataque contra el llamado “wokismo”, apostando por un discurso polarizador que, aunque celebra su base de seguidores, intensifica el rechazo en el ámbito internacional.