Los huehues son personajes emblemáticos del Carnaval en diversas regiones de México, especialmente en estados como Puebla, Tlaxcala, Veracruz y Oaxaca.
Origen de los huehues
La palabra “huehue” proviene del náhuatl “huēhuētl” o “huēhuē”, que significa “viejo” o “anciano”. En la época prehispánica, los ancianos eran figuras respetadas por su sabiduría y experiencia, y en algunas comunidades se les permitía consumir bebidas como el pulque, reservado exclusivamente para ellos debido a su estatus.
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Se dice que los jóvenes, deseosos de participar en estas celebraciones, comenzaron a disfrazarse de “viejos” usando máscaras y ropas exageradas para burlar las restricciones y unirse a la fiesta sin romper las normas. Este acto de disfrazarse dio origen a una tradición que evolucionó con el tiempo.
Con la llegada de los españoles, esta costumbre indígena se fusionó con las celebraciones del Carnaval europeo, una festividad de origen cristiano que se celebra antes de la Cuaresma y que significa “despedida de la carne” (del latín carne vale).
Los colonizadores introdujeron el Carnaval como una herramienta de evangelización, pero los indígenas lo reinterpretaron, incorporando elementos satíricos. Así, los huehues comenzaron a usar máscaras con rasgos europeos exagerados (ojos claros, barbas, bigotes) y vestimentas que parodiaban a los españoles, como una forma de burla hacia los hacendados y conquistadores que los dominaban.
Representación en el Carnaval
Los huehues representan varias ideas y funciones:
- Sátira y crítica social: Los huehues, con sus máscaras y atuendos extravagantes, simbolizan una burla hacia las clases dominantes de la época colonial, como los hacendados o los colonizadores. Esta dimensión satírica les permitía a las comunidades indígenas expresar su resistencia y descontento de manera simbólica y festiva.
- Tradición y sincretismo: Encarnan la fusión de lo prehispánico y lo colonial. Sus danzas, vestimentas (capas, plumas, máscaras) y música (guitarras, violines, flautas) reflejan tanto las raíces indígenas como las influencias españolas, adaptadas al contexto local.
- Celebración antes de la Cuaresma: El Carnaval marca un momento de alegría y desorden antes del periodo de reflexión y abstinencia de la Cuaresma. Los huehues, con su carácter festivo y transgresor, personifican esta liberación temporal de normas, permitiendo a las comunidades disfrutar y “despedirse de la carne” antes del recogimiento religioso.
- Diversidad de personajes: En las cuadrillas de huehues, aparecen distintos personajes que varían según la región. Por ejemplo, en Puebla, además del huehue clásico (que puede representar a un hacendado o un “viejo sabio”), está “La Maringuilla”, un hombre disfrazado de mujer que simboliza a La Malinche o una figura femenina del Carnaval. Otros personajes, como el Diablo o el Charro, añaden capas de significado relacionadas con la historia local o la cosmovisión indígena.
Significado cultural
Los huehues no solo son un espectáculo visual con sus trajes coloridos y danzas elaboradas, sino que también son guardianes de la memoria colectiva. En lugares como los barrios antiguos de Puebla (El Alto, Analco, Xonaca) o en el famoso Carnaval de Huejotzingo, mantienen vivas las tradiciones al recorrer las calles, acompañados de música y algarabía. Su presencia resiste el paso del tiempo y los cambios sociales, adaptándose sin perder su esencia.