En un reciente informe, se reveló que el Gobierno de la Ciudad de México, pagó a la empresa Ocesa un total de 10.5 millones de pesos por los conciertos de la aclamada cantante española Rosalía y el icónico grupo argentino Los Fabulosos Cadillacs, los cuales se llevaron a cabo en el Zócalo de la ciudad.
El Gobierno de la CDMX, a través de la Secretaría de Cultura, firmó un convenio con Ocesa después de la presentación de Rosalía.
Esto significa que la cantidad que la empresa cobraría al gobierno de Sheinbaum por el concierto gratuito de Rosalía en el Zócalo era desconocida hasta el momento.
Ocesa facturó varios conceptos
Ocesa facturó conceptos como:
- audio
- video
- backline
- iluminación
- sobre escenario
- generadores de energía
- crew local
- staff de producción
- carpas
- estructura del escenario
- andamios
- rigging para el concierto de Rosalía.
En cambio, para el concierto de Los Fabulosos Cadillacs, se cobraron honorarios solo por audio, iluminación, estructura del escenario y video.
El contrato por ambos espectáculos fue fechado el 2 de junio, un día antes de la presentación de Los Fabulosos Cadillacs y 35 días después del concierto de Rosalía.
El gobierno de la CDMX ha sido muy criticado
Cabe destacar que, previo al concierto de Rosalía, surgieron críticas hacia el Gobierno de la CDMX
Esto por invertir en espectáculos de este tipo en lugar de priorizar otros rubros.
Ante estas críticas, Ocesa emitió un comunicado asegurando que la cantante española no cobraría por su presentación en la explanada de la Plaza de la Constitución.
Rosalía decidió ofrecer el concierto gratuito
Según la empresa de espectáculos, Rosalía decidió ofrecer el concierto de forma gratuita como una forma de agradecer el apoyo y cariño del público mexicano a lo largo de su carrera.
En el comunicado, Ocesa también señaló que ellos se encargaron de la producción técnica del evento.
Mientras que la seguridad, el control de asistentes y la protección civil estuvieron a cargo del Gobierno de la Ciudad de México.
La revelación de los detalles financieros de estos conciertos ha generado debate sobre el uso de recursos públicos en eventos culturales.
Además de la transparencia en los contratos entre el gobierno y las empresas de entretenimiento.
