Mon Laferte compartió un testimonio desgarrador sobre su infancia, el abuso que sufrió, sus problemas de salud y su camino al éxito.

La artista Mon Laferte sorprendió a sus seguidores al publicar un extenso y conmovedor testimonio en sus redes sociales, donde reveló los episodios más oscuros de su vida.

Desde su infancia marcada por la violencia y el abuso, hasta sus batallas contra la enfermedad y la explotación en la industria musical, su relato expone el arduo camino que recorrió para convertirse en la artista que es hoy.

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Un pasado de abusos y precariedad
Desde los siete años, Laferte sufrió abuso sexual, una experiencia traumática que marcó su niñez.

A los 11 comenzó a consumir alcohol y drogas, y a los 13 fue explotada por un hombre 20 años mayor que se hacía pasar por su representante.

Mon Laferte trabajó en la calle y en circos

Durante años, la cantante trabajó en la calle, bares y circos, soportando violencia y explotación mientras luchaba por sobrevivir.

Paralelamente, tuvo que asumir el cuidado de su abuela, postrada tras un derrame cerebral. Sin dinero para sostenerse, aprendió a confeccionar sus propios vestidos para sus presentaciones nocturnas.

A los 18 años encontró una oportunidad en la televisión chilena, pero lejos de significar un respiro, la experiencia fue otro episodio de abuso: “Me besaron a la fuerza varias veces y me trataron de puta sin talento”, confesó.

El desafío de empezar de nuevo en México

A los 23 años, con los ahorros que logró reunir, Laferte emigró a México en busca de nuevas oportunidades.
Sin contactos ni apoyo, trabajó durante años cantando en bares, enfrentando la violencia del crimen organizado y ganando apenas lo suficiente para sobrevivir y enviar algo de dinero a su familia en Chile.

Su mayor reto llegó cuando fue diagnosticada con cáncer de tiroides. La cirugía le provocó una parálisis facial y casi le costó la voz. Sin embargo, contra el pronóstico de los médicos, volvió a cantar solo dos meses después de la operación porque “tenía que trabajar”.

El éxito y las secuelas del pasado

El reconocimiento masivo llegó a los 31 años, cuando logró lanzar su primer disco como artista independiente.

Sin embargo, el camino estuvo lleno de obstáculos: “Viví en sillones, me cagué de hambre, tuve depresión y me intenté matar dos veces”. También enfrentó el alcoholismo, llegando a necesitar ayuda para comer y vestirse. Pero, con esfuerzo, se levantó y siguió adelante.

A lo largo de su carrera, Laferte ha publicado ocho discos y más de mil obras como artista plástica. Sin embargo, sigue sintiéndose como una intrusa en el mundo del arte.

“Siempre me dijeron que no valía y yo me la creí, pero avanzo igual, porque lo único que sé hacer es trabajar y amar el arte, que es lo único que me ha salvado la vida”, expresó.

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