Un grupo de investigadores chinos logran revertir los efectos del envejecimiento en ratones mediante una molécula de ARN.
Científicos chinos han dado un paso histórico para quienes buscan la eterna juventud, logran revertir el envejecimiento en ratones de edad avanzada.
Utilizando una micromolécula de ARN llamada miR-302b, los investigadores consiguieron restaurar la capacidad de las células para dividirse, mejorando la salud física y cognitiva de los animales tratados.
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Este descubrimiento, realizado por el Instituto de Biofísica de la Academia China de Ciencias y publicado en Cell Metabolism, podría marcar el inicio de una nueva era en la medicina regenerativa y el tratamiento de enfermedades asociadas al envejecimiento.
La clave: la micromolécula de ARN miR-302b
Los investigadores chinos utilizaron una micromolécula de ARN llamada miR-302b, que no codifica proteínas, pero juega un papel crucial en la regulación genética, la inmunidad y la eliminación de células cancerosas.
Esta micromolécula se administró mediante exosomas, estructuras diminutas dentro de las células que permiten el transporte de ARN de una célula a otra.
El experimento de los chinos: revertir el envejecimiento en ratones
El experimento se llevó a cabo en ratones de entre 20 y 25 meses (equivalente a 60-70 años humanos).
A algunos ratones se les inyectaron exosomas cargados con miR-302b, mientras que a otros se les administró una solución salina como control.
Los resultados fueron asombrosos: los ratones tratados vivieron, en promedio, 4.5 meses más, y presentaron mejoras físicas, como el crecimiento de su pelaje y un mejor equilibrio. Además, demostraron una mejora en las funciones cognitivas con el tiempo.
Implicaciones para el futuro
Este avance abre un camino prometedor para la medicina del futuro. Aunque los resultados se limitan a ratones, se espera que investigaciones similares puedan llevarnos a desarrollar tratamientos para detener o incluso revertir el envejecimiento en seres humanos. Los científicos también ven potencial en este enfoque para tratar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.
Guangju Ji, uno de los principales investigadores del estudio, subrayó que este descubrimiento no solo prolongó la vida útil de los ratones, sino que también mejoró significativamente sus funciones físicas y cognitivas, reduciendo los marcadores del envejecimiento.