Después de casi dos meses de ausencia por una grave neumonía, el papa Francisco reapareció en público con oxígeno y en silla de ruedas.

Este domingo, el papa Francisco regresó al ojo público tras semanas de recuperación por una infección respiratoria que lo alejó de los actos litúrgicos desde mediados de febrero.

Su presencia, aunque breve, marcó un momento clave en el Jubileo de los Enfermos, parte del Año Santo convocado por la Iglesia.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP

A sus 88 años, el pontífice llegó en silla de ruedas, visiblemente más delgado y con oxígeno asistido.

A pesar de su estado, el gesto de estar presente caló hondo entre los miles de fieles que se congregaron en la Plaza de San Pedro.

Un gesto cargado de simbolismo

Antes de salir al encuentro de los creyentes, Francisco participó en un momento de oración privada, se confesó y cruzó la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, rito que representa el paso hacia una nueva etapa espiritual.

Esta secuencia reforzó la carga simbólica del acto, que no fue solo un regreso físico, sino un mensaje directo a quienes viven con dolor, limitaciones o soledad.

El mensaje del Papá Francisco que conmocionó al público

Aunque el papa no pronunció una homilía en vivo, el arzobispo Rino Fisichella leyó un texto que Francisco escribió especialmente para la ocasión:

“Comparto con ustedes la experiencia de sentirnos débiles y necesitados. La enfermedad puede ser dura, pero también es una oportunidad para aprender a amar y dejarnos amar”.

Estas palabras generaron una fuerte reacción entre los asistentes, que respondieron con lágrimas y aplausos.

Llamado urgente a gobiernos y sistemas de salud

Además, el Vaticano difundió un mensaje del papa para el rezo del Ángelus, en el que pidió a líderes políticos y sanitarios mejorar las condiciones de los hospitales, dignificar la labor del personal médico y garantizar el acceso universal a la atención médica.

“La dignidad de una sociedad se mide en cómo trata a quienes sufren”, escribió el papa, enviando una clara señal a los gobiernos en medio de crisis sanitarias y sistemas colapsados.

Más allá de su delicado estado de salud, la reaparición de Francisco fue leída como un acto de resistencia espiritual.

No se trató solo de estar presente, sino de mostrar que la vulnerabilidad también puede ser una forma de liderazgo.

Te podría interesar:

Viajero frecuente estrella roja