El cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles denunció que en varios municipios los curas piden permiso al narco para hacer fiestas.
En Jalisco, los templos ya no son refugio, según el cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, en varios municipios los sacerdotes deben pedir “permiso” a los líderes del crimen organizado para realizar las festividades religiosas.
Desde la quema de fuegos artificiales hasta el tipo de música frente a los atrios, los jefes de plaza controlan cada detalle.
En muchas comunidades, el narco ha sustituido al gobierno local. Los párrocos, entre el miedo y la fe, se enfrentan a una amenaza que se extiende más allá del altar.
El narco decide: “¿A qué hora quiere que toquemos la banda, padre?”
El cardenal Robles Ortega lanzó una denuncia directa: en múltiples localidades de Jalisco, los líderes criminales son quienes organizan las fiestas patronales, no las autoridades municipales.
El crimen impone horarios y hasta qué grupo musical debe tocar: Cardenal de Guadalajara
El sacerdote solo tiene que responder cuándo quiere que comience la celebración.
“El jefe de la plaza es el que le dice al párroco: ‘¿A qué hora quiere que quememos la pólvora, el castillo, el día de la fiesta?’”.
Cardenal de Guadalajara.
El crimen, dijo, también administra el negocio: bebidas alcohólicas, música estridente, puestos ambulantes… todo frente al atrio. Y quien se opone, se expone.
¿El narco ha sustituido al gobierno?
En muchos pueblos, advierte el cardenal, ya no se percibe al presidente municipal como la figura de autoridad.
“Los que mandan son los jefes de los grupos delictivos”, aseguró. El miedo manda y el estado de derecho se diluye en el silencio.
La disyuntiva para los párrocos es brutal: o aceptan la “colaboración” del narco o se arriesgan a sufrir represalias. “Las comunidades viven bajo el temor”, lamentó el arzobispo de Guadalajara.
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Robles Ortega también celebró la decisión del gobierno local de prohibir los narcocorridos en eventos públicos. Para él, es un paso necesario, aunque insuficiente.
“Esa música lleva años exaltando a personajes del crimen”, dijo.