La comunidad activista y amante de los animales está de luto tras la trágica noticia del fallecimiento de Elena Larrea, presidenta y fundadora del santuario equino “Cuacolandia”.
Elena Larrea, de 31 años de edad, sucumbió a una trombosis pulmonar el pasado 19 de marzo a las 3 de la tarde.
Dejando un legado de amor y protección hacia los caballos maltratados.
Fue así que, la dolorosa noticia fue difundida la mañana del 20 de marzo.
Através de un comunicado publicado en la cuenta oficial de Instagram de Cuacolandia.
La activista, reconocida por su incansable labor en favor de los equinos maltratados, dejó un profundo vacío en la comunidad, siendo recordada por su dedicación y sacrificio en la protección de estos nobles animales.
El funeral de Elena Larrea se llevó a cabo a puerta cerrada en el santuario que ella misma fundó, donde reposan más de 300 caballos rescatados.
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A través de las redes sociales, se compartieron fragmentos del cortejo fúnebre, mostrando el respeto y el cariño que la comunidad tenía hacia la activista, mientras en la entrada principal del santuario se acumulaban flores en honor a su memoria.
La pérdida de Larrea no solo ha conmovido a sus seguidores humanos, sino también a los caballos que ella salvó y protegió.
Durante la velación, los equinos expresaron su pesar con relinchos y gestos de duelo, evidenciando el profundo vínculo emocional que habían desarrollado con su defensora.
Cuacolandia de Elena
Cuacolandia, el santuario que Larrea estableció en 2017.
Es así que, ha sido un refugio para más de 300 caballos maltratados, proporcionándoles un hogar seguro y lleno de amor.
Situado en Atlixco, Puebla, este oasis de 50 hectáreas ha sido testigo de innumerables historias de rescate y recuperación, gracias al arduo trabajo y dedicación de Elena Larrea y su equipo.
Por su parte, la partida de Larrea deja un vacío irremplazable en la lucha por los derechos de los animales en México.
Sin embargo,su legado perdurará en cada caballo que encuentre refugio en Cuacolandia y en cada corazón que sea tocado por su incansable labor.