El 4 de septiembre marca el Día Mundial de la Salud Sexual, una fecha establecida en 2010 por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (AMSS) para resaltar la importancia de la educación y la salud sexual.
A pesar de los avances logrados, la sexualidad sigue siendo un tema cargado de tabúes y estigmas que impactan negativamente la inclusión y el bienestar social.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad, no simplemente la ausencia de enfermedad.
Este enfoque promueve una visión positiva y respetuosa de la sexualidad, que permite experiencias placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia. Para alcanzar una salud sexual óptima, es esencial que los derechos sexuales de todas las personas sean respetados y ejercidos plenamente.
La educación en sexualidad es crucial para deshacer mitos y estigmas, promoviendo la diversidad y el respeto hacia diferentes formas de expresión sexual.
En este contexto, la “sexualidad consciente” emerge como una práctica valiosa, derivada de la filosofía oriental.
Esta fomenta una conexión profunda con el ser interno y promueve una sexualidad libre y creativa.
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En México, la situación de la salud sexual muestra avances significativos pero también revela áreas críticas que requieren atención.
Según datos recientes, en 2021, el 19.60% de los adolescentes de 12 a 19 años habían iniciado su vida sexual, con un 80.10% usando métodos anticonceptivos modernos en su primera relación.
Sin embargo, existe una disparidad significativa en el acceso y uso de métodos anticonceptivos, con un porcentaje menor en estados como Chiapas.
La incidencia de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en adolescentes y jóvenes también es una preocupación, con tasas más altas en mujeres y en estados como Tabasco.
Además, el acceso a servicios de salud sexual debe ser garantizado para todos, sin discriminación por edad, género, origen étnico o cualquier otra condición.
Es fundamental resaltar la situación de los grupos más vulnerables, como personas con discapacidad, población LGBTI+ y personas mayores.
Estos grupos enfrentan barreras adicionales para acceder a servicios de salud sexual y a sus derechos, lo que resalta la necesidad de una atención más inclusiva y equitativa.
En conmemoración del Día Mundial de la Salud Sexual, se hace un llamado a la sensibilización sobre la importancia de una educación sexual integral.
Así como la garantía de acceso a servicios de salud sexual para toda la población.
La promoción de una sexualidad sana y consciente no solo contribuye al bienestar individual, sino que también fortalece la salud y la cohesión social en general.