En un operativo las autoridades estadounidenses confirmaron la captura de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes y cofundador del Cártel de Sinaloa.
Ambos se entregaron a las autoridades en El Paso, Texas, y enfrentan múltiples cargos por su implicación en el narcotráfico.
Joaquín Guzmán López, conocido por su alias “El Güero Moreno”, es hermano de Ovidio Guzmán López, apodado “El Ratón”.
Según una carta en poder del Buró Federal de Investigaciones (FBI), escrita entre 2014 y 2015, “Los Chapitos” fueron nombrados por su padre como los herederos de su imperio criminal junto a otro de sus operadores, un testigo protegido.
Esta detención se suma a las capturas de otros importantes miembros del Cártel de Sinaloa, como Ovidio Guzmán, Néstor Isidro Pérez Salas, Gilberto Martínez Rentería, y Rey David Santiago Vargas, así como al abatimiento de Raúl Carrasco Lechuga.
Ismael “El Mayo” Zambada era uno de los principales objetivos de las autoridades mexicanas y estadounidenses.
Como líder de una de las facciones del Cártel de Sinaloa, Zambada García mantenía una feroz disputa con la facción de “Los Chapitos” o “Los Menores” por el control del cártel.
El gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de 20 millones de dólares por información que llevara a su captura.
Mientras que por “El Chapo” se ofrecían 5 millones de dólares y por “El Mayo” 15 millones de dólares.
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Los hermanos Guzmán López comenzaron sus carreras en el narcotráfico a temprana edad, heredando las relaciones y negocios de su hermano fallecido, Edgar Guzmán López.
Tras la muerte de Edgar, Ovidio y Joaquín heredaron grandes ganancias del narcotráfico y empezaron a invertir en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia.
Así como en la compra de efedrina de Argentina para la producción de metanfetamina.
Actualmente, los hermanos Guzmán López supervisan aproximadamente 11 laboratorios de metanfetamina en el estado de Sinaloa.
Produciendo entre 3,000 a 5,000 libras de metanfetamina al mes, que es vendida al por mayor a otros miembros del cártel y a distribuidores en Estados Unidos y Canadá.
El 2 de abril de 2018, ambos hermanos fueron acusados formalmente por un gran jurado federal en el Distrito de Columbia de conspiración para distribuir más de 5 kg de cocaína, 500 g de metanfetamina y 1,000 kg de marihuana.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, confirmó la captura en un comunicado:
“El Departamento de Justicia ha puesto bajo custodia a otros dos presuntos líderes del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones de narcotraficantes más violentas y poderosas del mundo. Ismael Zambada García, o ‘El Mayo’, cofundador del cártel, y Joaquín Guzmán López, hijo de su otro cofundador”.
Garland añadió que ambos enfrentan cargos por dirigir las operaciones delictivas del cártel, incluidas sus mortíferas redes de fabricación y tráfico de fentanilo.
“El Mayo y Guzmán López se suman a una lista cada vez mayor de dirigentes y asociados del cártel de Sinaloa a los que el Departamento de Justicia reclama responsabilidades en Estados Unidos”, concluyó el comunicado.
Esta operación representa un duro golpe al Cártel de Sinaloa y a sus operaciones transnacionales
Reforzando el compromiso de las autoridades de ambos países en la lucha contra el narcotráfico.
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