Cada año, el 7 de septiembre, resuena una canción que ha marcado a generaciones. “El 7 de septiembre” de Mecano, uno de los temas más de la banda española. Esta canción no solo ha conquistado por su melodía y letra, sino también por la profunda historia de amor y desamor que esconde detrás de sus acordes.
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El amor que inspiró “El 7 de septiembre” de Mecano
La letra, compuesta por Nacho Cano, está dedicada a Coloma Fernández Armero, escritora y hermana del cineasta Álvaro Fernández Armero. Nacho y Coloma mantuvieron una relación entre 1981 y 1989, y aunque su romance terminó, su historia quedó plasmada en dos canciones que relatan las diferentes etapas de su relación. “La fuerza del destino”, lanzada en 1988, celebra el inicio del enamoramiento; en cambio, “El 7 de septiembre” de Mecano marca el dolor y la reflexión de una ruptura que, aunque inevitable, dejó huellas imborrables en ambos.
“El siete de septiembre es nuestro aniversario”, canta Ana Torroja, dándole voz a ese duelo compartido que Nacho y Coloma revivían cada año tras su separación. Aunque su historia de pareja llegó a su fin, la tradición de celebrar esa fecha los unió durante años, incluso después de haber roto.
El restaurante, la mesita y las flores de mayo: los detalles del desamor
La canción está llena de pistas que invitan a los oyentes a descubrir los momentos que marcaron la relación. La famosa frase “La misma mesita que nos ha visto amarrar las manos por debajo” se refiere al restaurante La Parra, donde la pareja continuaba reuniéndose cada 7 de septiembre, en la mesa número 9.
El ritual de verse en el mismo lugar, a pesar de que la relación había terminado, reflejaba el amor que, aunque apagado, seguía ardiendo de alguna manera. Este pequeño rincón de Madrid se convirtió en un santuario de recuerdos, en el que las “flores de mayo” cederían poco a poco “a las patas de gallo”, como canta Ana Torroja, haciendo referencia al inevitable paso del tiempo.
El legado de un amor que perdura
Mecano no solo revolucionó la música española, sino que logró conectar con el corazón de millones de personas a través de letras que hablaban de emociones humanas universales. “El 7 de septiembre” es una muestra de cómo el amor puede persistir incluso después de que una relación haya terminado. Nacho Cano, con su capacidad para transformar experiencias personales en música, creó un himno que resuena en la vida de quienes alguna vez amaron y perdieron.
Hoy, 36 años después de su lanzamiento, la canción sigue siendo un recordatorio de que algunas historias de amor nunca se terminan del todo.
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