Este sábado, Carlos III fue coronado oficialmente en una ceremonia religiosa en la Abadía de Westminster en Londres.
Convirtiéndose así, en el rey del Reino Unido tras la muerte de su madre, la reina Isabel II, en septiembre del año pasado.
Miles de personas se reunieron en las calles circundantes para presenciar la proclamación oficial y disfrutar de la pompa británica.
Después de la ceremonia, el rey Carlos III y la reina Camila saludaron a la multitud desde el balcón del Palacio de Buckingham.
Flanqueados por pajes y otros miembros de la familia real.
Algunos observadores notaron que el príncipe Guillermo y la princesa Kate parecían estar “apretujados en un rincón”, mientras que el mensaje del evento parecía ser que “son el rey Carlos y Camila; todos los demás son refuerzos”.
El papel de Camila en la familia real británica sigue siendo controvertido, ya que ella fue la tercera en discordia en el matrimonio de Carlos y la fallecida princesa Diana.
Sin embargo, desde su matrimonio en 2005, Camila ha trabajado arduamente como miembro de la realeza sénior, apoyando a Carlos y defendiendo organizaciones benéficas que ayudan a mujeres y niños.
Acerca de Camila
Camila Shand nació en julio de 1947 en la campiña inglesa y desarrolló una pasión por los caballos.
En 1970, se encontró con el príncipe Carlos en un partido de polo en Windsor y se hicieron amigos.
Mientras Carlos estaba en la Royal Navy, Camila se casó con Andrew Parker Bowles y tuvo dos hijos.
En 1981, Carlos se casó con Lady Diana Spencer, pero en 1994 admitió haber tenido una relación extramatrimonial con Camila.
Después del divorcio de Carlos y Diana, Clarence House comenzó a reintroducir a Camila al público.
En 2005, se anunció que sería conocida como “Princesa Consorte” en lugar de “Reina” cuando Carlos ascendiera al trono, ya que algunos sintieron que el público no estaba listo para que ella tuviera ese título.
Sin embargo, en febrero de 2022, la reina Isabel dio su bendición a Camila para que fuera conocida como Reina Consorte cuando Carlos se convirtiera en rey.
Esto enfatizó que Camila ya no era vista como la amante real, sino como una figura central en la monarquía.