Una inusual tormenta azotó a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y países limítrofes, sumiendo a la región en situaciones dramáticas.
En Omán, se contabilizan 19 víctimas fatales y varios desaparecidos debido a las inundaciones.
En Dubái, las calles y el aeropuerto internacional están bajo el agua, con aviones navegando por pistas anegadas.
Aunque las lluvias son escasas en los EAU, las precipitaciones han superado los 30 milímetros en Dubái, y se esperan hasta 128 mm en el transcurso del día.
La falta de un sistema de drenaje adecuado agrava la situación, dado que las infraestructuras no están preparadas para estos eventos climáticos en la árida región.
Las tormentas también afectaron a Bahrein, Qatar y Arabia Saudí.
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Asimismo, en Omán, las intensas lluvias han cobrado la vida de al menos 18 personas, incluyendo 10 menores arrastrados por las inundaciones junto a un adulto.
El Aeropuerto Internacional de Dubái, el más concurrido del mundo, se vio afectado por fuertes vientos y lluvias, interrumpiendo las operaciones aéreas.
Equipos de emergencia y policías trabajan en las calles inundadas, mientras los relámpagos iluminan el cielo, ocasionalmente rozando la cima del Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo.
Ante el caos, la mayoría de las escuelas en los Emiratos han cerrado sus puertas, y se ha recomendado a los empleados trabajar desde casa para evitar riesgos al trasladarse por las calles inundadas.
Muchos residentes se enfrentan al desafío de ver sus vehículos varados en el agua acumulada, mientras la región lucha por recuperarse de esta inusual y devastadora tormenta en el desierto.
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