Al menos 40 personas perdieron la vida y más de 100 resultaron heridas en un devastador ataque suicida. Este fue perpetrado durante una reunión del partido religioso Jamiat Ulema-i-Islam (JUI-F) en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en el norte de Pakistán.
El aterrador incidente tuvo lugar el pasado domingo durante una convención del JUI-F en el distrito de Bajour, donde cientos de personas se encontraban presentes. Según información proporcionada por un oficial de la estación de policía local en Khar, el ataque suicida ocurrió aproximadamente a las 16:00 horas locales.
Las autoridades advierten que el número de víctimas podría aumentar, dada la gran cantidad de asistentes que estaban presentes en el evento religioso y político.
Hasta el momento, ningún grupo insurgente ha reivindicado la responsabilidad del ataque.
La violencia en Pakistán va en aumento
Pakistán enfrenta un incremento en la violencia armada desde la llegada al poder de los talibanes afganos en Kabul en agosto de 2021. Desde entonces se reactivaron los ataques de grupos extremistas en las provincias fronterizas con Afganistán, como Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán.
El Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP), uno de los principales grupos extremistas paquistaníes, anunció en diciembre pasado el fin del alto al fuego. El grupo primero pactó con el gobierno de Islamabad y luego le acusó de no cumplir con los compromisos en las negociaciones de paz.
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Un informe publicado por el Instituto de Estudios de Seguridad y Conflictos de Pakistán a principios de julio reveló que el país sufrió 271 ataques militantes. Esto solo durante la primera mitad del año, donde perdieron la vida 389 personas y dejaron a otras 656 heridas.
Estas cifras marcan un significativo aumento en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando Pakistán registró 151 ataques que causaron 293 muertes y 487 heridos.
Este trágico ataque es un recordatorio desgarrador de la persistente amenaza del extremismo y la violencia en la región. Además pone de manifiesto la urgente necesidad de medidas efectivas para garantizar la seguridad y la paz en Pakistán. Las autoridades locales y nacionales enfrentan el desafío de combatir el terrorismo y proteger a la población de futuros actos de violencia.
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