Activistas del grupo de defensa de los derechos de los animales “Animal Rising” vandalizaron el primer retrato oficial del rey Carlos III, actualmente expuesto en la galería Philip Mould en el centro de Londres.
El grupo publicó el martes un video en sus redes sociales donde se observa a dos de sus miembros utilizando un rodillo de pintura para pegar dos carteles sobre la imagen del monarca.
El retrato, obra del artista Jonathon Yeo, ha estado disponible para el público desde principios de este año y ha generado polémica debido a su fondo de pinceladas rojo carmesí.
Esta pieza es significativa por ser la primera representación oficial del rey Carlos como monarca, mostrando al soberano vestido con el uniforme de los Guardias Galeses, cargo que ha ostentado desde 1975.
La pintura incluye una mariposa monarca, simbolizando tanto su apoyo a causas medioambientales como su transformación personal.
Los activistas cubrieron la cabeza del rey con un cartel del personaje de dibujos animados Wallace, de la serie cómica “Wallace y Gromit”, añadiendo un globo de diálogo que decía: “Nada de queso, Gromit, mira toda esta crueldad en las granjas de la RSCPA”.
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Esta acción tenía como objetivo llamar la atención sobre un informe reciente de Animal Rising, publicado el domingo, que describe una “investigación condenatoria” de 45 granjas certificadas por la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA), una organización benéfica dedicada al bienestar animal.
En su página web, Animal Rising se define como una organización no violenta que hace campaña por una “transición urgente a un sistema alimentario basado en plantas, sostenible y justo”.
El grupo acusa al sistema de certificación RSPCA Assured de encubrir “la crueldad a escala industrial”.
El público puede visitar el retrato del rey Carlos III en la galería Philip Mould hasta el 15 de junio.
La galería no ha emitido un comunicado oficial sobre el incidente, pero se espera que refuercen las medidas de seguridad para proteger la obra.
La controversia en torno al retrato y las acciones de los activistas subrayan las tensiones en el Reino Unido entre las tradiciones monárquicas y las crecientes preocupaciones por los derechos de los animales y la sostenibilidad.