Gritan, se burlan, pelean, insultan, descalifican. Caminan por la vida pregonando una falsa autoridad moral, creyéndose superiores -política e ideológicamente- que sus adversarios, a los cuales, ven como enemigos. Se sienten paladines de la democracia y dueños de la verdad absoluta; nadie tiene la razón, excepto ellos. Incapaces de aceptar una crítica, mucho menos capaces […]