Ese fue el comentario que corrió entre las mesas cuando entraron a la Hacienda La Carlota un hombre moreno y barbado de guayabera negra, otro rubio de guayabera blanca, seguido de uno más, de lentes… ¡Ahí vienen los Mier! El camino para llegar está bastante complicado, las obras y un accidente frenaban el trayecto a […]