La violencia se apodera de Culiacán, Sinaloa, donde los enfrentamientos entre grupos armados han cobrado la vida de 15 personas y dejado al menos 20 desaparecidos, según reportes de las autoridades locales. La fiscal general de Sinaloa, Zulema Sánchez Kondo, confirmó que estos incidentes, registrados a lo largo de cinco días de conflicto, han afectado tanto a la capital del estado como a otras zonas aledañas, como Guasave y Mazatlán.
De las víctimas mortales, ocho ya fueron identificadas y entregadas a sus familiares, mientras que las investigaciones continúan para esclarecer los motivos detrás de las desapariciones y si guardan relación con los recientes hechos violentos. En las últimas 12 horas se reportaron tres asesinatos, uno de ellos especialmente violento, ya que una de las víctimas fue decapitada y abandonada con las manos esposadas cerca del Parque Culiacán 87.
Narcobloqueos y escalada de violencia en Sinaloa
Los enfrentamientos entre dos facciones del Cartel de Sinaloa, lideradas por Ismael “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos”, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, han transformado a Culiacán en un campo de batalla. El conflicto, que comenzó a inicios de la semana, ha desatado una serie de asesinatos, desapariciones forzadas y narcobloqueos que se extienden a municipios cercanos, como Concordia, donde un grupo armado interrumpió la circulación en la Maxipista Mazatlán-Durango.
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El Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal Preventiva trabajaron durante la madrugada del viernes para reabrir esta vía, que estuvo bloqueada por varias horas debido a la violencia. La carretera Culiacán-Navolato también se vio afectada, pero finalmente se restableció el tránsito en la zona.
La población, atrapada en el miedo
La vida cotidiana en Culiacán se ha paralizado. Los habitantes viven con miedo de salir a las calles para realizar actividades básicas como trabajar, llevar a los hijos a la escuela o simplemente comprar alimentos debido a la violencia en Sinaloa. Los rumores sobre posibles nuevos bloqueos y enfrentamientos han generado una atmósfera de psicosis colectiva. Muchos ciudadanos prefieren resguardarse en sus hogares, como si estuvieran viviendo un toque de queda no oficial.
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“Parece que hemos regresado a los peores momentos de la pandemia. Las calles están vacías desde las siete de la noche, y el sonido de las balas eriza la piel”, comenta María, una residente de Culiacán. La incertidumbre y el estrés se han convertido en parte del día a día, mientras las autoridades tratan de minimizar el impacto de la violencia en sus declaraciones públicas.
Economía golpeada y eventos cancelados
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, pidió a los comerciantes que mantengan abiertos sus negocios a pesar de la inseguridad, pero las pérdidas económicas ya suman más de 800 millones de pesos. Empresas como Oxxo y Aeroméxico han implementado medidas extraordinarias para proteger a sus empleados y clientes, mientras que Estados Unidos emitió una alerta de viaje para la región.
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Por si fuera poco, cancelaron las celebraciones del Día de la Independencia, previstas para el 15 de septiembre en la principal plaza pública de Culiacán. Cancelar estos eventos es una de las muchas medidas que adoptaron las autoridades en un intento por mantener la calma, pero la realidad en las calles cuenta otra historia.
Un conflicto sin final a la vista por violencia en Sinaloa
A medida que las facciones del Cartel de Sinaloa continúan su lucha por el control del territorio, la población permanece atrapada en el fuego cruzado. Los esfuerzos del gobierno federal y estatal por garantizar la paz parecen insuficientes ante la magnitud del conflicto. Las familias siguen esperando que sus seres queridos regresen, mientras la violencia y el miedo siguen marcando la vida en Culiacán.
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