El Rancho Izaguirre, la propiedad del CJNG en el municipio de Teuchitlán que conmocionó a México por su presunto uso como centro de reclutamiento y exterminio del crimen organizado, es descrito de manera distinta por un testigo que asegura haber estado allí durante un mes y medio.
En un testimonio entregado en exclusiva para ApartadoMex, el sobreviviente —cuya identidad se mantiene en reserva por seguridad— lo llama “la escuela del terror”. En ese lugar recibió adiestramiento por parte de exmilitares para el CJNG (Cártel Jalisco Nueva Generación), pero donde, según él, no presenció asesinatos ni reclutamiento forzado.
El testigo de Teuchitlán narra que ingresó al rancho, ubicado a una hora de Guadalajara. Fue tras responder a una oferta que encontró en redes sociales y que, al parecer, muchos tomaban de forma voluntaria.
“Cada que llegaba alguien nuevo, se le preguntaba su edad, datos personales y si había sido reclutado obligadamente o voluntario. Siempre escuché que decían voluntariamente”, escribió.
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Durante el tiempo que estuvo en el rancho, de lunes a sábado, el día comenzaba a las 7 de la mañana con aseo personal. Después, un riguroso entrenamiento físico en una pista de obstáculos y clases de “diestra”. Se trata de un término que usaban para referirse al manejo y conocimiento de armas. Las prácticas las impartían instructores que identificó como exmilitares retirados que colaboran con el CJNG.
Terminaban el día con instrucción técnica.
Seleccionaban a los mejores para enviarlos a diferentes puntos de Jalisco: testigo de Teuchitlán
El entrenamiento, según su relato, buscaba formar pelotones jerárquicos, desde los más hábiles hasta quienes enfrentaban mayores dificultades. El testigo precisó que durante su estancia no presenció que se usaran los hornos, aunque no por eso descarta que los hayan utlizado. Hizo hincapié en varias ocasiones en no copartir el periodo en el que estuvo en el lugar pues podría poner en riesgo su vida:
“No vi que alguien fuera privado de la vida. Te formaban por pelotones según lo que sabías”, afirmó.
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El proceso culminaba con una prueba final conocida como “graduación”, un juego de “Gotcha” donde equipos de cinco personas, sin camisa, se enfrentaban disparándose bolas de pintura. Seleccionaban a los mejores y los enviaban a diferentes puntos de Jalisco, no sabe qué pasó con los que tuvieron un bajo desempeño.
Él logró abandonar las filas del CJNG ya que lo trasladaron a “campo”, aunque, por seguridad, no detalla cómo fue que desertó.
Lo tenis también son de personas que están en los pueblos de Jalisco
El hallazgo de cientos de pares de zapatos en el Rancho Izaguirre, reportado por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco el 5 de marzo, ha llevado a especular sobre la muerte de numerosas personas en el lugar. Sin embargo, el joven ofrece una perspectiva distinta:
“No todos esos tenis (zapatos) son de personas fallecidas. Al menos en el tiempo que estuve ahí no vi que mataran a alguien. Eran de todos los que estábamos; a veces se nos dañaban y no los cambiaban, o llevábamos tres pares y solo nos dejaban quedarnos con uno”.
A pesar de no haber presenciado violencia letal, el joven confiesa que vive con miedo y secuelas emocionales:
“Actualmente vivo con temor y sobrepensando todo lo que tanto yo como más compañeros y compañeras tuvimos que enfrentarnos”
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Apuntes encontrados en Teuchitlán apuntalarían la versión de nuestro testigo
Entre las ropas, zapatos y equipajes, uno de los hallazgos más reveladores es un cuaderno escrito a mano con el detalle sobre el desarme de un AR-15, arma de uso exclusivo del ejército y común entre criminales.
La “lección” inicia con la frase: “Solicito autorización para realizar el desarme parcial de mi AR-15″. Posteriormente se puede leer una lista de componentes que inicia así: “Mi arma se compone de…”.
El tema en la libreta describe los componentes del arma de manera detallada:
“1.- Placa o cargador, 2.- Resorte recuperador, 3.- Palanca de maniobras, 4.- Cerrojo o carro corredero, 5.- Guarda manos, 6.- Cuerpo del arma, 7.- Culata retráctil, 8.- Pistole o empuñadura con mecanismo de disparo, 9.- Caja o mecanismo de sistema, 10.- Selector de cadencia, 11.- Botón de retenida, 12.- Entrada de alimentación del cargador, 13.- Botón expulsador del cargador, 14.- Ventanilla expulsadora del cartucho quemado”.
La información que aparece en el cuaderno en la comunidad de La Estanzuela, da cuenta de las clases que recibían las personas que alguna vez ocuparon las instalaciones de Rancho Izaguirre.
Los apuntes, realizados con lenguaje muy técnico, evidencian que los reclutas recibían formación teórica en armamento por personal con alta preparación. Esto era parte del adiestramiento táctico que se impartía en el rancho.
El relato del testigo que compartió su experiencia con ApartadoMex, contrasta con las denuncias de colectivos y autoridades. Y es que han encontrado restos óseos, crematorios clandestinos y evidencias de actividades del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el predio. Toda la información que se descubre desde el día en que se supo la existencia de Rancho Izaguirre y lo que ahí sucedía, genera cuestionamientos sobre la magnitud real de lo ocurrido.
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