El crimen organizado ha perfeccionado sus métodos y recluta a jóvenes de diversas maneras de las que hablaremos en este artículo. Aprovechan la vulnerabilidad social, las plataformas digitales y las promesas de riqueza rápida, según investigaciones recientes y reportes de autoridades.
A través de redes sociales y falsas ofertas laborales recluta el crimen organizado a jóvenes
Uno de los métodos más extendidos es el uso de redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok y WhatsApp. Un estudio publicado en 2023 por InSight Crime señala que los reclutadores exhiben un estilo de vida ostentoso —autos de lujo, armas y fajos de dinero— para atraer a jóvenes de comunidades marginadas. En mayo de 2023, investigadores entrevistaron a 79 exmiembros de cárteles, quienes confirmaron que estas publicaciones son clave para captar la atención de adolescentes y jóvenes adultos, especialmente en barrios como Tepito, en la Ciudad de México.
Otro mecanismo recurrente es la oferta de empleos falsos. La Fiscalía de Sonora alertó en febrero de 2024 sobre anuncios en redes sociales que prometen trabajos con buena paga en otros estados. Lo mismo como escoltas o guardias de seguridad y que en realidad son trampas del crimen organizado.
Un caso documentado en Jalisco, reportado por el colectivo Guerreros Buscadores en marzo de 2025, reveló cómo jóvenes respondieron a supuestas vacantes laborales solo para que los llevaran a centros de entrenamiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los videojuegos en línea también han emergido como una herramienta de captación. En enero de 2025, la Secretaría de Seguridad Pública informó que cárteles contactan a menores a través de plataformas como Free Fire, ofreciendo pagos de hasta 200 dólares semanales por tareas iniciales como vigilar frecuencias de radio. Este método, detectado desde 2021, explota la popularidad de juegos violentos entre adolescentes.
¿Qué pasa depués de que los reclutan?
Una vez reclutados, los jóvenes tienen que atavesar por entrenamientos rigurosos. Un testimonio exclusivo publicado por ApartadoMex en marzo de 2025 describió cómo en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, los reclutas enfrentaban jornadas de ejercicio físico y clases de manejo de armas impartidas por exmilitares. Aunque el testigo afirmó que no presenció asesinatos, sí destacó la estructura jerárquica y la “graduación” final, un simulacro con paintball que determinaba a quiénes elegirían para operar en campo.

La coerción también juega un papel crucial. Según datos de la ONG Reinserta en 2024, el crimen organizado recluta entre 30,000 y 40,000 jóvenes anualmente y permanecen en las filas de los cárteles bajo amenazas contra sus familias y seres queridos. Sin embargo, el estudio de InSight Crime subraya que la voluntariedad inicial, motivada por la falta de oportunidades, es común: “En barrios pobres, la puerta del cártel siempre está abierta”, afirman los autores.
¿Cuáles son los métodos más efectivos con los que el crimen organizado recluta a jóvenes?
Datos verificables sugieren que los métodos más efectivos combinan incentivos económicos con presión social. Un análisis de Science en septiembre de 2023 estimó que los cárteles reclutan entre 260 y 375 personas semanalmente, sumando hasta 19,000 al año. El CJNG, con aproximadamente 28,764 miembros, y el Cártel de Sinaloa, con 17,825, lideran estas cifras, según el modelo matemático de los investigadores Rafael Prieto-Curiel y Alejandro Hope.

Las falsas ofertas laborales y las redes sociales destacan por su alcance: en 2022, el alguacil de Cochise, Arizona, reportó a CBS haber arrestado a más de 100 jóvenes estadounidenses reclutados vía TikTok para traficar personas.
La promesa de poder y estatus también resulta efectiva. El estudio de InSight Crime encontró que los reclutas valoran la pertenencia a un grupo que les otorga identidad y respeto en comunidades donde el empleo formal escasea. “El dinero y el poder son la razón para trabajar para un cártel”, confesó un exmiembro de La Familia Michoacana.
Pobreza, una de las causas por las que jóvenes responden
El Financiero reportó en mayo de 2024 que la precariedad laboral, agudizada desde los años 90 por la liberalización comercial, empuja a los jóvenes hacia el narco. Aunque programas como Jóvenes Construyendo el Futuro buscan contrarrestarlo, su impacto ha sido limitado, beneficiando más a mujeres con estudios que a los hombres vulnerables al crimen.

Mientras las autoridades luchan por desmantelar estas redes, el testimonio del sobreviviente del Rancho Izaguirre resume el costo humano: “Vivo con temor y sobrepensando todo lo que enfrentamos”. La investigación sigue abierta, pero los cárteles, con sus métodos cada vez más ingeniosos, mantienen su dominio sobre una generación atrapada entre la necesidad y la violencia.
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