El Partido Revolucionario Institucional (PRI) conmemoró su 95 aniversario el lunes 4 de marzo, en medio de un ambiente cargado de tensiones y reajustes políticos.
Alejandro Moreno, presidente del partido, aprovechó la ocasión para lanzar críticas contra aquellos que han abandonado las filas del PRI en busca de otros horizontes políticos.
Moreno acusó a los desertores de ser “traidores y cínicos”, desvinculando al partido de cualquier conducta corrupta o desleal por parte de sus miembros.
Enfatizó en la necesidad de asumir responsabilidades individuales, remarcando que las instituciones no son responsables de actos delictivos, sino las personas que las integran.
En un acto que contó con la presencia de solo cuatro de los quince exdirigentes nacionales del partido, Moreno criticó duramente a aquellos que han optado por unirse a otros partidos políticos, acusándolos de buscar solo una “licencia política”.
En particular, apuntó hacia Movimiento Ciudadano (MC), describiéndolo como un “gran fraude” y una estrategia de Morena para fragmentar el voto de la oposición.
El discurso de Moreno estuvo marcado por una postura desafiante hacia el gobierno actual, prometiendo una oposición firme y directa.
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Además, anticipó que el PRI no respaldaría las iniciativas de reforma constitucional propuestas por el presidente López Obrador, insinuando que una vez el PRI recupere el poder, se hará justicia.
Sin embargo, la celebración del PRI estuvo notablemente deslucida, con la ausencia de prominentes figuras del partido como Roberto Madrazo y Dulce María Sauri, entre otros.
Esta falta de presencia destacada refleja los desafíos internos que enfrenta el PRI, incluyendo una serie de renuncias significativas ocurridas hace nueve meses debido a desacuerdos con el liderazgo de Moreno.
A pesar de las críticas y desafíos, Moreno reafirmó la importancia histórica del PRI en la política mexicana, destacando su papel en la estabilidad política y el desarrollo nacional a lo largo de sus 95 años de existencia.
En un comunicado, subrayó el legado del PRI y su capacidad para adaptarse a los desafíos del siglo XXI, aunque advirtió sobre la amenaza que representa, según él, el actual gobierno autocrático.
El aniversario del PRI no solo sirvió como una ocasión para celebrar su historia, sino también como un recordatorio de los retos y obstáculos que enfrenta en el panorama político actual, donde la lealtad y la cohesión interna se vuelven cada vez más difíciles de mantener.