En un país sumido en la incertidumbre política y económica, Nicolás Maduro sorprende una vez más y adelanta la Navidad al 1 de octubre. Esta medida dejó a muchos venezolanos perplejos y preocupados.

Una crisis electoral que parece no tener fin

El reciente proceso electoral en Venezuela, marcado por la falta de transparencia y verificación, dejó al país en una encrucijada política. Tanto Maduro como la oposición se declararon ganadores, lo que exacerbó las tensiones. Mientras el Consejo Nacional Electoral, dominado por el oficialismo, proclamó la victoria de Maduro con 6,4 millones de votos, la oposición sostiene que su candidato, Edmundo González, obtuvo 7,3 millones, cifras que han sido fuertemente disputadas.

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En medio de este clima de desconfianza y división, la economía venezolana sigue en caída libre. Los ciudadanos, agobiados por salarios insuficientes y precios inflados, se preguntan cómo podrán hacer frente a los gastos de fin de año.

Nicolás Maduro adelanta la Navidad para el 1 de octubre

Adelantar la Navidad no es una novedad en la estrategia de Maduro; sin embargo, nunca antes había sido tan anticipada. En años anteriores, como en 2019, 2020 y 2022, el mandatario ya había recurrido a esta medida, pero siempre en fechas más cercanas a diciembre. Esta vez, el anuncio llegó el 1 de octubre, una maniobra que algunos interpretan como un intento de desviar la atención de los problemas que asolan al país.

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José Ernesto Ruiz, un oficinista de 57 años, refleja el sentir de muchos venezolanos al cuestionar la autenticidad de este ambiente festivo. “La Navidad debería ser un tiempo de alegría y unión familiar, pero con la crisis política y económica que vivimos, es difícil creer en esta ‘Navidad adelantada'”.

La realidad económica no permite celebrar la Navidad adelantada

En un país donde el salario mínimo se mantiene en 130 bolívares al mes (aproximadamente 3,55 dólares), pensar en celebrar la Navidad parece un lujo inalcanzable. Ingredientes básicos para la cena navideña, como las cebollas, han experimentado incrementos desmesurados, lo que pone en duda la posibilidad de preparar los tradicionales platos de la temporada.

Inés Quevedo, madre de dos hijos, expresa su preocupación:

“No sabemos si podremos comprar los ingredientes para las hallacas, y sin aguinaldo decente, no hay forma de celebrar. La Navidad adelantada es solo una ilusión para quienes no enfrentan nuestras dificultades”.

Para muchos, la Navidad en octubre parece fuera de lugar en un país donde la realidad cotidiana es cada vez más dura. Mientras algunos intentan aferrarse a la idea de unas fiestas anticipadas, otros, como Mayela Sánchez, de 81 años, se muestran escépticos: “La Navidad es una fecha sagrada y cada cosa debe celebrarse en su momento”.

Así, la Navidad adelantada de Maduro genera más preguntas que respuestas en un país que sigue buscando una salida a su prolongada crisis. Mientras tanto, los venezolanos esperan, con escepticismo y resignación, ver en qué consistirá realmente esta peculiar celebración navideña en medio de la tormenta.

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Itandehui Rodríguez Martínez

Itandehui Rodríguez Martínez

Poblana, tutora de Monólogos de Ménade, responsable de lo que dice y hace y no de lo que le inventa. Resiliente, en constante reinvención y en una relación.