En un intento por hacer frente a la grave crisis financiera que afecta al país, el recién asumido Gobierno argentino encabezado por el presidente Javier Milei anunció el martes una serie de medidas ortodoxas que abarcan desde drásticos recortes de gastos hasta una significativa devaluación del peso.
En el marco de una inflación anual que ronda el 150% y una tasa de pobreza que alcanza el 40%, el Gobierno comunicó que llevará a cabo recortes sustanciales en los subsidios al transporte y la energía, así como una reducción significativa en las obras públicas, todo con el objetivo de eliminar el déficit fiscal.
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El ministro de Economía, Luis Caputo, informó en un mensaje grabado difundido por redes sociales que el tipo de cambio oficial se ajustará a 800 pesos por dólar, en comparación con los 365.5 pesos por dólar del cierre del martes.
Caputo advirtió que la situación empeorará en términos de inflación en los próximos meses, pero aseguró que estas medidas son esenciales para evitar una posible hiperinflación.
Ante la alarmante tasa de pobreza, Caputo anunció un aumento en el gasto destinado a programas de ayuda social para apoyar a los sectores más vulnerables.
Asimismo, el Gobierno planea reemplazar el actual sistema de aprobación de importaciones y avanzar en la eliminación de impuestos a las exportaciones, buscando mejorar el flujo comercial en un momento de aguda escasez de divisas.
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En otro frente, el Gobierno de Milei reducirá al mínimo las transferencias discrecionales de fondos nacionales a las provincias, como parte de sus esfuerzos por reorganizar las finanzas públicas.
La bolsa de Argentina reaccionó positivamente ante estos anuncios, registrando movimientos alcistas el martes mientras los inversionistas esperaban con expectación las medidas gubernamentales.
Respaldo del FMI:
El Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó su respaldo a las medidas económicas anunciadas por el ministro de Economía argentino, Luis Caputo.
En un comunicado de prensa, el FMI señaló que la aplicación decidida de estas medidas contribuirá a estabilizar la economía y sentar las bases para un crecimiento más sostenible liderado por el sector privado.
El FMI, que mantiene un programa de crédito con Argentina por 44.000 millones de dólares, congelado debido a desvíos en el cumplimiento de metas acordadas, considera que este paquete de medidas proporciona una base sólida para continuar las discusiones destinadas a reconducir el programa respaldado por el organismo internacional.