El Congreso de los Estados Unidos se reunió este lunes bajo estrictas medidas de seguridad para certificar la reelección de Donald Trump como presidente.
A pesar de las tensiones históricas y una intensa tormenta invernal, el proceso transcurrió sin incidentes, reflejando una aparente normalización del traspaso de poder.
El Congreso de los Estados Unidos certifica la reelección de Donald Trump
Trump, quien en 2021 intentó anular los resultados de las elecciones presidenciales, ahora regresa al poder tras derrotar a la vicepresidenta Kamala Harris con una clara ventaja en el Colegio Electoral, 312 votos contra 226.
Este retorno plantea preguntas fundamentales sobre el estado de la democracia estadounidense y los límites del sistema para enfrentar desafíos internos.
Seguridad y solemnidad en el Capitolio
La jornada estuvo marcada por un nivel de seguridad excepcional, con altas vallas negras rodeando el Capitolio y una fuerte presencia policial.
Los recuerdos del 6 de enero de 2021, cuando una turba de partidarios de Trump asaltó violentamente el edificio, resonaron en cada rincón del complejo. En aquella ocasión, se trató del ataque más grave contra la sede de la democracia estadounidense en dos siglos.
Esta vez, no se reportaron incidentes violentos ni protestas significativas. Los legisladores de ambos partidos, incluidos muchos republicanos que habían respaldado los intentos de Trump para revertir su derrota anterior, aceptaron los resultados sin objeciones.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien apoyó a Trump en 2020, aseguró: “Ya sea que estemos en una ventisca o no, vamos a estar en esa cámara asegurándonos de que esto se haga”.
A pesar de la calma, persisten las inquietudes sobre las lecciones aprendidas desde 2021.
El exvicepresidente Joe Biden, en sus últimas apariciones públicas como mandatario, calificó aquel día como “uno de los más difíciles en la historia estadounidense” y reiteró la necesidad de proteger la transferencia pacífica del poder.
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Por su parte, Trump ha continuado minimizando los eventos del 6 de enero de 2021, calificándolos como un “día de amor” y prometiendo indultar a algunas de las más de 1,250 personas condenadas por su participación en el asalto.
Cambios en el proceso electoral
La certificación de este año se desarrolló bajo nuevas reglas establecidas por la Ley de Conteo Electoral, que ahora exige el respaldo de al menos un quinto de los legisladores para plantear objeciones formales a los resultados.
Esta reforma busca prevenir desafíos infundados como los de 2020, cuando Trump alegó, sin pruebas, fraude electoral masivo.
Un futuro incierto para la democracia
El regreso de Trump al poder plantea preguntas sobre la resiliencia de la democracia estadounidense. Ian Bassin, director ejecutivo de la organización Protect Democracy, advirtió que la reelección de un líder que previamente mostró disposición a socavar el sistema democrático es “una medida peligrosa y sin precedentes”.
El impacto de este día se hará evidente en las próximas semanas, cuando Trump asuma el cargo con un renovado sentido de autoridad y enfrente la tarea de gobernar un país profundamente dividido.
Mientras el Congreso completó la certificación con solemnidad y tradición, el peso del 6 de enero de 2021 sigue siendo un recordatorio inquietante de los desafíos que enfrenta la democracia estadounidense.
Aunque la jornada transcurrió en paz, la historia aún está escribiendo el capítulo sobre el impacto de esta elección y el legado de Donald Trump en la política del país.