Estamos a pocos días para que se terminen las campañas y el día de la verdad llegue, este 2 de junio decidiremos el destino de México para los próximos años y cada día el pronostico de muchos de los procesos todavía siguen en el aire.
Si bien, podemos ver algunos candidatos cerca del triunfo, en la gran mayoría se han movido las preferencias electorales de manera interesante y muchas veces también inesperadas.
Ejemplo de esto es nuestro estado, en donde hace un año probablemente todos daban por hecho que conservaría la gubernatura MORENA, independientemente del candidato.
Sin embargo, ha pocos días de la elección podemos decir que está más que apretada la elección, siendo, posiblemente, la que será la más pareja de todas las elecciones a gobernadores de este año.
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Puebla se divide en 2 y un polizonte o “free rider” como se les conoce a las y los candidatos que, sin posibilidades de trascender en la elección, juegan un papel desestabilizador y de fracción del voto de alguna de las partes competitivas.
En este caso es Movimiento Ciudadano que en varias partes del estado esta quitando sobre todo votos que normalmente podrían ser para los partidos de la coalición “Fuerza y Corazón por México”.
Ante este escenario, la participación de la ciudadanía libre será el factor determinante y diferenciador en esta elección entre los candidatos.
Esto porque si bien, cada alianza y partido cuenta con sus propias estructuras electorales para movilizar el día de la elección, siempre el factor de la votación que representa a la gente que no se puede acarrear es la que determina la elección, siempre y cuando salgan a votar en un número mayúsculo.
En este caso me parece que, si la ciudadanía se desborda en una participación similar a la que vimos de la marea rosa el domingo pasado, a votar de manera libre por el cambio, sin duda MORENA tiene de que preocuparse.
Por ello, para que realmente sea una elección donde la voluntad libre de la gente, y no las dadivas y acarreos ganen, será necesario que hagamos historia como país y salga a votar al menos un 65% de las personas que tienen la posibilidad de ejercer su voto.
