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Ecos y nuevo camino para el panismo

Ecos y nuevo camino para el panismo

Ecos y nuevo camino para el panismo

En días recientes, la política en Puebla ha dado un nuevo giro que trazará el futuro inmediato de las opciones y dinámicas en la esfera pública que definirán el rumbo del estado.

En esta ocasión, nos referimos a la elección de la nueva dirigencia estatal del PAN, donde Mario Riestra ha sido electo como presidente del blanquiazul para los próximos tres años. Este nuevo liderazgo enfrenta el gran reto de incrementar la competitividad del partido, identificar y respaldar nuevos perfiles, y, sobre todo, lograr victorias significativas que devuelvan al PAN el protagonismo alcanzado en las elecciones intermedias de 2021.

Con las lecciones aprendidas de la contienda pasada —incluyendo su propia experiencia como candidato—, será necesario remendar errores y corregir fallas, reorganizar estructuras internas, redirigir recursos hacia temas de formación y fortalecimiento organizacional, y colocar en el comité estatal a personas comprometidas y capaces de maximizar su impacto en beneficio del partido.

Otro aspecto relevante para considerar son los posibles conflictos y costos derivados de esta victoria. El primero radica en la recuperación de la competitividad electoral, tanto en los procesos como en los perfiles de los candidatos. En segundo lugar, destaca la posibilidad de un choque de liderazgos dentro de la aparente alianza entre Mario Riestra y la nueva secretaria general, Genoveva Huerta. Es evidente que los Riestra tienen una visión y un plan específicos para el partido, donde eventualmente Genoveva podría quedar relegada a un segundo plano. Sin embargo, ella, por su parte, no parece dispuesta a desempeñar un papel secundario y buscará ejercer control sobre el comité estatal, las alianzas estratégicas y las decisiones cruciales.

Por último, debe subrayarse el cuidado que esta nueva dirigencia deberá tener ante posibles traiciones, acuerdos ocultos con el gobierno por parte de ciertos actores y la aparente falta de una base doctrinal sólida. Existe el riesgo de que el proyecto de partido adopte una lógica similar a la del exgobernador Moreno Valle, en la que “el fin justifica los medios”, sacrificando así el humanismo político que caracteriza a Acción Nacional.

A pesar de estos desafíos, no queda más que desearle éxito y confianza a esta nueva dirigencia, con la esperanza de que haga del PAN una oposición crítica, propositiva y firme, capaz de recuperar la confianza ciudadana como la única alternativa frente a la amenaza autoritaria de MORENA. Este objetivo debe unir y no dividir al panismo, ya que quienes más necesitan que el PAN cumpla este papel no son los panistas, sino la ciudadanía.

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