Cuando buscas cambiar de trabajo, persiguiendo un ascenso tanto económico como de jerarquía, es porque sabes que tienes los méritos necesarios para ser el elegido, pues a través de tus años laborales has crecido y preparado para alcanzar ese escalón que buscas.
Increíblemente en el servicio público pareciera que este principio tan básico no aplica, o más bien ya hemos acostumbrado a los servidores a sentir que no importa haber entregado, en su trabajo actual o los anteriores, CERO buenos resultados. ¿Somos nosotros los culpables?
Imagínate tener la oportunidad de mejorar de “chamba” a base de subir espectaculares, pagar entrevistas en medios para ganar “por percepción” y no por tus resultados reales, obvio gastándote millones de pesos. ¿Lo harías, será válido hacerle así?
Estamos, ahora sí, a unos meses de la mayor elección del país, no sólo hay cambio de presidente y nueve gobernadores, también hay cambio en las dos cámaras legislativas que, salvo la opinión de usted amable lector, es muy relevante para lo que viene en los siguientes años. ¿Conoces los resultados del puesto inmediato anterior del que está pidiendo tu voto? ¿O sólo sabes de ellos por los millones de pesos que han gastado en publicidad y/o carteleras por todo el país?
Cualquier reclutador que se precie de ser medianamente bueno, analiza el currículum del candidato al puesto que pretende; ese reclutador en estos días serás tú, ¿te estarás tomando el tiempo de analizar al que está pidiendo el puesto?
Está más que comprobado que un buen candidato NO hace un buen gobernante. Me parece lo más sensato pedir información de todos los logros anteriores para poder sopesar si será buen administrador de los recursos públicos, de TUS impuestos, de TÚ dinero.
Evitemos ser “flojos”, analicemos si estamos eligiendo el mejor perfil. Pregúntate realmente:
¿Le confiaría la dirección de mi empresa a este señor (a)?
¿Le dejaría las decisiones de mi casa y mis hijos a este cuate (a) que quiere ser diputado (a)?
No exagero cuando digo que el país está en tus manos, tu voto es muy poderoso, no lo desperdicies para luego darte de topes de cabeza porque no te alcanza para el “super” o tu pariente se quedó sin chamba.
Advertidos estamos…
Gabo Guillermo
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