EL HURACÁN TRUMP: La tempestuosa llegada de Donald Trump a la presidencia del país más poderoso del mundo (lo queramos o no) y la ola de “Decretos Ejecutivos, algunos anticonstitucionales, hasta que alguien lo demuestre), que afectan directamente al corazón económico y social de México, ha levantado una serie de reacciones que van desde las más tontas y patéticas, hasta las más serias y dignas de tomarse en cuenta.
Desde el mismo día 20 de enero, los medios nacionales se llenaron de caricaturas, artículos serios y declaraciones de políticos, ciudadanos y figuras públicas, abordando el tema. Los que lo tomaron con una peligrosa frivolidad, han pretendido ridiculizar su postura (eso le encanta a él, como narcisista que es) y lo presentan como figura grotesca y no digna de tomarse en cuenta, cuando lo que presenta y acciona pone en peligro nuestra estabilidad económica y, por el lado de su apreciación terrorista del narcotráfico, social y hasta legal.
Analizaremos en tres semanas las principales propuestas o acciones que pueden dañar al, hasta hoy, pero solo hasta hoy, principal socio comercial de los Estados Unidos y al motor del 86% de nuestro comercio internacional.
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Aunque más diversificados que Venezuela, gracias al tambaleante Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, podemos semblantear lo que está por ocurrir con las medidas tomadas. Le apostamos a la realidad, más que a las caricaturas del oso con cabello naranja.
REMESAS SÍ, REMESAS NO: Empezaremos con las remesas. Los 6 mil millones de dólares mensuales que mantienen a 10 millones de hogares mexicanos y son el tapón de la olla express que contiene a la pobreza y a la delincuencia, representan un poco más del 2% del PIB nacional. Si los analistas optimistas estiman un crecimiento del 1% para este año (y ya empiezan a justar sus pronósticos a la baja), una caída en el monto de las remesas nos llevaría a un retroceso económico, menor PIB por habitante, y eso que no hemos recuperado los niveles prepandémicos.
Además del problema que implica recibir a 6 millones de deportados, no solo mexicanos, lo que obligaría (ya lo hace) a utilizar recursos presupuestales o a contratar deuda pública, hay que estimar la cantidad de migrantes “inactivos” que anteriormente contribuían al flujo de remesas y su nivel promedio de envío puede dar una idea del impacto potencial. Por ejemplo, si se sabe cuántas personas enviaban 375 dólares al mes y cuántas fueron deportadas, se puede calcular la reducción en el flujo total. Este doble efecto, ya no envían y ahora requieren apoyo, podría dar al traste con el crecimiento alegremente proyectado.
A esto habría que agregarle el impacto en precios y demanda de los aranceles a las exportaciones mexicanos, lo que significa, en primera instancia, un aumento de precios de la misma magnitud -25%- y una disminución en la demanda, casi en la misma proporción, de los deciles con menor poder adquisitivo. El tema es más serio de lo que parece.
Sigamos con las remesas, reportes de agencias reguladoras y de seguridad financiera, revelan casos concretos donde redes delictivas utilizaron servicios de remesas para blanquear dinero. Investigaciones en Estados Unidos y Europa han revelado esquemas de envío de pequeñas cantidades de dinero a través de sistemas formales e informales con el objetivo de camuflar el origen ilícito de las ganancias. Al combatirse al narcotráfico y sus consecuencias, éstos envíos también disminuirán y, aunque su naturaleza es ilícita, su efecto impactará al consumo interno.
MIGRANTES EN CAPILLA: Según datos de la Encuesta de Dinámica Demográfica del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente 1.5 millones de personas emigraron de México entre 2018 y 2024. Hay 12 millones de compatriotas en los Estados Unidos y uno de cada tres es (considerado) ilegal. Para Trump es un delincuente y debe de ser atrapado y deportado. Si se fueron del país por falta de oprtunidades, ¿tendrémos la capacidad de recibirlos y hacerlos productivos más allá de la retórica mañanera y patriotera?
Este flujo migratorio representa un incremento del 62% en comparación con periodos anteriores. Es importante destacar que la mayoría de los migrantes mexicanos se dirigen a Estados Unidos, donde reside el 97.79% de los mexicanos que viven en el extranjero. Pero seguimos retando a Trump.
El incremento emigración se relaciona directamente con diversos factores económicos, sociales y de seguridad que impulsan a las personas a buscar mejores oportunidades fuera del país. Ahora regresan y presionan a la economía y al entramado social.
A los deportados (ya inició el flujo) se les ofrecen recursos y facilidades que no les dieron para que no se fueran. La política de recibir a los deportados y brindarles recursos y facilidades es un tema toral, ya que los apoyos ofrecidos no van a ayudar a reducir la pobreza si los recursos que se les dan no son productivos. Tema complejo en realidad. ¿Alguien se acuerda de los 600 mil millones de pesos gastados (no invertidos) en un tren maya inconcluso que transporta a 30 pasajeros diarios?.
La política de brindar recursos y facilidades a los deportados puede tener efectos contraproducentes si no se diseñan programas efectivos para ayudarles a reintegrarse de manera productiva en la sociedad.
El efecto inmediato es la falta de productividad; ss los recursos se utilizan para mantener a los deportados sin que contribuyan de manera productiva a la sociedad, no se está abordando la raíz del problema de la pobreza. Por el lado del costo de oportunidad (lo que se deja de hacer con estos recursos), se deja de apoyar a otros pobres que no han migrado y que pueden necesitar ayuda más urgente. Esto genera una cultura de dependencia, en lugar de fomentar la autosuficiencia y la iniciativa personal.
Un poco más sofisticado, pero con la misma guía, estamos en el camino de Venezuela, con el agravante de los casi dos billones de pesos de deuda de PEMEX, empresa “productiva” del Estado.
DE FONDO: Desde Palacio Nacional se invocó al Himno Nacional para hacer frente a las amenazas y acciones de Trump. Nos imaginamos que se trata del “grito de guerra” y “un soldado en cada hijo te dio”. Solo que la violentada Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que el monopolio de la fuerza (y de las armas, pues) pertenece única y exclusivamente al Estado mexicano. Esto significa que el gobierno, a través de sus instituciones, como las fuerzas armadas y las corporaciones policiales, es el único autorizado por el marco legal para emplear la fuerza bajo condiciones claramente definidas por la Constitución y las leyes.
Dicho monopolio tiene como propósito mantener el orden público, garantizar la seguridad de la población y proteger el estado de derecho. ¿Nos piden que ilegalmente hagamos lo que hacen los grupos delincuenciales? La declaración no cabe ni como “frase feliz”.
DE FORMA: Aunque sea visto como un fanfarrón con suerte y es un delincuente comprobado, Donald Trump está empoderado, él y su narcisismo, y la culpa, como en todos los países, es de los que lo eligieron y ahora pagan las consecuencia. La indicación del presidente es deportar a los migrantes sin detenerse a respetar la ley. Así maneja el “trumpespectáculo” para demostrar su fuerza y fortaleza con el discurso de que así se combaten las amenazas internas y externas contra el país de Trump. ¿Nacionalismo hitleriano?, si. Pero tambiés es un hecho, ya no un dicho.
DEFORME: Los posibles deportados a Puebla suman alrededor de 200 mil, si estamos ofreciéndoles 3 mil “empleos disponibles”, o no entendemos la magnitud del problema o queremos tapar el sol con un dedo (o con una declaración).
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