Viaja a Puebla
Posted inPoder Económico

Tormenta solar… Impacto económico

Tormenta solar... Impacto económico
Tormenta solar... Impacto económico

MAGNETISMO: El pasado 14 de mayo, nuestro astro rey emitió una fuerte erupción solar. La erupción solar más grande del ciclo solar 25, clasificada como una erupción de clase X8.7., para los que no sabemos, es la máxima categoría en este tipo de explosiones, informó el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA

Viajando a velocidades de hasta 4,8 millones de kilómetros por hora (tres millones de millas por hora), las EMC generaron ondas que llegaron a la Tierra a partir del 10 de mayo, creando una tormenta geomagnética de larga duración que alcanzó una clasificación de G5, el nivel más alto en la escala de tormentas geomagnéticas, y uno que no se había visto desde 2003.
Las tormentas geomagnéticas, dicen los científicos, afectan el comportamiento de los seres vivos y a su entorno, interfieren las comunicaciones de radio y televisión e influyen negativamente en la salud de los seres humanos.

Así que si usted se sintió “pesado” (como político en la cumbre) o “ligero” (como político en campaña) o simplemente se aletargó como si hubiera escuchado, de pie, un discurso de Nicolás Maduro, -o una semana de mañaneras- no se preocupe, fueron las ondas electromagnéticas y no, de manera alguna, el coraje por una aberrante reforma judicial o la “pausa” devaluatoria de nuestras relaciones con Estados Unidos y Canadá, nuestros mayores socios comerciales, receptores de migrantes y generadores de divisas. ¿Se acuerdan de la “leyenda del superpeso”?

Y parece que la tal tormenta también afectó a los mercados que perdieron, en tan solo una semana, prácticamente todas sus utilidades del año. Electromagnéticamente se controló el fantasma de la inflación en los Estados Unidos (de norteamérica), pero afectó severamente el alza de los precios de nuestra precaria canasta básica (y de la no tan básica, también) y la onda expansiva cubrió a prácticamente todos los mercados del mundo, incluyendo al incontenible dragón chino que tuvo que revaluar el yuan para enfriar un poco su ya candente economía.

PERTURBACIONES:

Dos meses bastaron para dar al traste con las expectativas de los especialistas que se la pasan ajustando sus cifras para ganar fama y fortuna, o aunque sea esta última, y una declaración de la Reserva Federal (la famosísima FED) anunciando un “ambiente aparentemente controlado” que obligó a mantener las tasas en junio y evaluar futuras bajas para tratar de fomentar la inversión y evitar otra crisis inmobiliaria, su economía ya crece a ritmos pre pandémicos, han controlado la inflación (2.5% real) y tratan de estimular el mercado laboral.

Aquí la onda electromagnética se diluyó entre promesas y malabares electorales. Las decisiones económicas se retardaron y la moneda se devalúo y el mercado laboral se cayó brutalmente, al grado de presumir ayer la “creación” de 400 mil empleos anuales y ocultar o soslayar que se necesitan, por lo menos, 1.5 millones de empleos formales nuevos al año, más la reposición de los que se eliminaron al no apoyar a las PYMES “aspiracionistas” durante la pandemia. ¿Mentira o sofisma?, da igual aumentan la pobreza, el crimen y el desempleo.

La tardía reacción sobre la tasa de interés, y la inflación provocada por la falta de producción, el despilfarro y la corrupción, han generado una expectativa de menor crecimiento, menor gasto público y mayor alza de precios para este año y un peor panorama para 2025 ¡Abróchense los cinturones!

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP

El apreciable alza de los precios fundamentales alimenta los temores de que la baja en la captación de recursos fiscales, el desmedido endeudamiento público y el encarecimiento de la energía (¿recuerdan la promesa de gasolina a 10 pesos el litro?) puedan haber espoleado un repunte general de la inflación en todos los sectores de la economía.

Con los altos precios de las materias primas, las altas tasas de interés y el índice inflacionario real por encima de la tasa primaria, podríamos pensar que en México se está midiendo mal la inflación o se está utilizando un índice equivocado. Acero, cobre y aluminio, trigo, azúcar y café, por mencionar unos cuantos commodities, más la casi totalidad de los servicios, establecen, día con día, precios record.

El mercado, que ignora a las cifras oficiales y se mueve en su propia racionalidad, reportó este efecto magnético y se colapsó en espera de un mejor clima que, desde luego, no luce tan benévolo para los próximos tres años. Las hojas de otoño caerán a la par de un menor ritmo de crecimiento, una mayor inflación y, lo peor, un mayor desempleo al frenarse las inversiones ante la subida de las tasas. Que, por otro lado, si no se mantienen altas, ahuyentarán a la inversión extranjera y nacional. El riesgo país llega a focos amarillo/naranja.

El dilema económico es ahora frenar la inflación y el crecimiento o liberar a las fuerzas del mercado para que la economía se fortalezca, pero con incremento de precios. El mercado actual, el occidental y el chino, le apuestan al control inflacionario, por lo tanto, parece que ya vimos pasar al mejor semestre del año. El horizonte inmediato es, pues, de alta política (malísima, por cierto) y baja economía. No vale la pena buscarle tres pies al gato, es un fenómeno local, no debiera, por tanto, politizarse, pero…

Hoy se reparte antes de crear. Se pretende acabar con la pobreza destruyendo, o ahuyentando, a la riqueza, en vez de generarla. El gran reto, la generación de empleos, se queda en la gran promesa y el gran fracaso, ni crecemos ni creamos empleos. Las políticas públicas, tan de moda y tan poco explicadas, no propician una oferta adecuada de bienes y servicios públicos que no forzosamente se miden en dinero, pero que son indispensables para la vida económica. Hablamos del Estado de Derecho (de verdad, no de discurso) de definición de derechos de propiedad, de DESREGULACIÓN y simplificación de trámites (¿ya sacó su acta “literal” de nacimiento?), de seguridad, de salud, de educación y de obras de infraestructura rentables socialmente y, literalmente, a prueba de machetes.

DE FONDO:

¿Cómo saber si la percepción es política o económica?. La respuesta es relativamente sencilla. Analicemos el riesgo país. Este tiene componentes que señalan la confianza que el inversionista extranjero tiene por la situación de la economía “emergente” a la que llevaría sus recursos a cambio de no llevarlos a otro lado, obviamente (costo de oportunidad).
En un año, el riesgo país que las calificadoras otorgan a México, ha crecido más del 100%, antes teníamos que pagar cuatro puntos porcentuales más que la tasa de bonos estadounidense para atraer a la inversión, hoy tenemos que ofrecer 8 puntos más. Pero, mucho ojo, debemos 6 billones de pesos más que en 2018, el costo de esa deuda, los intereses, pues, se encarecen, y el dólar también, y habrá mucho menos recursos para repartir y para producir.

DE FORMA:

Las alarmas ya encendidas son, eminentemente, políticas y giran en torno a dos grandes temas ligados estrechamente: CRECIMIENTO Y EMPLEO.

Inmersos en las descalificaciones, las deserciones y traiciones partidistas, las conveniencias de los grupos de poder y la supina ignorancia económica de nuestros prometedores y secularmente incumplidos candidatos, no se acaba de definir el COMO hacer que la economía crezca, condición indispensable y primaria para que haya DESARROLLO.

Estos datos duros han sido temas regulares de campañas de cada tres o seis años, lo que quiere decir que no han cambiado de color y, lo peor, que quizá a nuestros sufridos y abnegados candidatos “a-lo-que-sea” no les conviene que se apaguen, porque se les acaba el mercado y el discurso que, de verdad, huele a rancio (“yo si les voy a cumplir”).

DEFORME:

Otro insulto y otra baja. En otro de sus arrebatos bipolares, el gobierno decidió “pausar” las relaciones con Estados Unidos y con Canadá.

Los analistas neutrales aseguran que esta “pausa” no es lo más conveniente, Alguien extrapoló la situación y, como ya sabemos, nuestros primos y socios comerciales son de pocas pulgas.

No nos extrañen, pues, propuestas de “un mes sin melón mexicano”, el cierre de alguna planta automotriz o el fortalecimiento de la política antimigrante (¿por qué se irán nuestros paísanos si aquí todo es Jauja?).

¿Se imaginan a 14 millones de hogares mexicanos sin recibir remesas porque “pausamos” nuestras relaciones. ¿Dónde están los asesores del presidente? Ah, trabajando el Plan “C”. ¿El pueblo?… peor, gracias.

TE PUEDE INTERESAR:

Viaja a Puebla
Adalberto Füguemann

Adalberto Füguemann

Economista, conferencista y consultor Asociado y Generador de Alianzas Estratégicas para las firmas Taller Especializado de Arquitectura Mexicana, APLA Consultores, STA Consultores y Esfera