NO ES CUESTIÓN DE IDEOLOGÍAS, ES DE CAPACIDAD: Supongamos, querido lector, que usted es contratado para realizar un magno proyecto inmobiliario y, sin más respaldo que su idea o intención, usted promete tres fraccionamientos de mil lotes cada uno, y venderlos en su totalidad, con servicios y amenidades, en un período de 6 años. Pero hete aquí que al cumplirse el período, a pesar de que tuvo libertad de contratación, diseño y ejecución, solo entrega una décima parte de lo que prometió y, además, gastó 5 veces más de lo que presupuestó.
El resultado es obvio, en el mejor de los casos, usted será despedido por el Consejo de Administración y si resulta que del presupuesto del desarrollo, salieron autos, viajes y propiedades para usted y su honorable familia, seguramente enfrentará cargos legales de previsibles consecuencias.
Ahora usted aduce que lo despidieron ¡porque es ateo!. Claro que no, la causa real es, sin duda, su ineficacia, ineficiencia e incongruencia, las tres causales que en la administración rompen la coherencia y el buen manejo de una empresa, llámese ACME o llámese México, Estados Unidos o Venezuela. Lo mismo hubiera ocurrido si usted fuera Judío, Católico, Musulmán, Budista o líder de la secta de moda.
Bueno, liberadas las ideologías o los partidismos (recuerden que la partidocracia es enemiga de la democracia) la Administración Pública también debería de medirse por resultados, no por ideologías, prebendas o fanatismos. En nuestro agitado mundo, puede ser del PRI, del PAN, de Morena, del llamado Verde Ecologista (SIC), de MC, o de cualquier otro, lo que se promete a los electores (a veces mal llamados “contratantes”) es generar prosperidad, bienestar y, ya de plano, hasta felicidad.
Termina un año y terminó un sexeniio, al margen de cualquier ideología, la mayoría de nuestros “elegidos” (por supuesto que no los pluris o los que invirtieron dinero ajeno para beneficio propio) no ha cumplido sus promesas de campaña, o de contrato si usted quiere, y el país enfrenta serios retos para un 2025 que de feliz y próspero solo tiene comerciales y demagogia.
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DATOS DUROS, DIRECTOS Y REALES: La economía mexicana en 2024, y en todo el sexenio, ha mostrado un crecimiento muy pobre en relación a lo esperado para la economía número 12 del mundo. Según los datos ponderados, el Producto Interno Bruto (PIB) creció solo 0.9% en el año, y menos del 1.2% anual en el sexenio, somos la economía número 67 en crecimiento y, lo que es peor, crecemos en servicios no productivos y caemos en industria productiva.
En cuanto a los sectores económicos, las actividades terciarias, que incluyen comercio, transportes y servicios, las de consumo, mostraron un avance anual de 5.0%. Por otro lado, las actividades secundarias, como la manufactura y la construcción, las de producción, tuvieron un crecimiento anual de -5.0%.
En general, la economía mexicana sigue enfrentando desafíos para alcanzar un crecimiento sostenido y elevado. Es fundamental generar condiciones favorables para la inversión y el crecimiento económico, como la certeza jurídica y la disponibilidad de energía eléctrica, sin embargo, los “elegidos” o contratados actúan en contrario sensu con un enfoque populista y mal llamado “nacionalista” que solo ha generado deuda y pobreza.
Obviamente, como no hay producción que alcance para cubrir los programas sociales, la economía se sostiene, con alfileres, a base de deuda pública, 6 billones de pesos en el sexenio y 1.5 billones más para el próspero año nuevo que nos espera, con la carga de intereses similares a los de una tarjeta de crédito que los encarece conforme se van dando vencimientos y renegociaciones. Venezuela lo hizo y cayó en impago en 2017. Hoy ni paga, ni le prestan, 90% de los prósperos venezolanos de 1998 se debate en la pobreza en una economía dolarizada donde lo único que crece es la fortuna de “Maduro y Asociados”.
LA TORMENTA QUE VIENE: Las perspectivas económicas para México en 2025 indican un crecimiento moderado, influenciado por factores internos y externos. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estima un crecimiento entre 2% y 3%, sustentado en una “demanda interna sólida y un mercado laboral dinámico”, solo que omitió observar cinco meses de caída en ambos mercados. No es proyección, es maniqueísmo.
El Banco de México, más cauteloso, mantiene una proyección más conservadora, anticipando un crecimiento del 1.2% para 2025. Nosotros, más conservadores (y realistas) prevemos un crecimiento “cero” o ligeramente negativo para 2025, año del principio de la crisis. No es ideología, es análisis de situaciones. Sensibilidades, para los economistas.
Para el sector oficial, se prevé que la inflación converja hacia el objetivo del 3% establecido por el Banco de México para finales de 2025, lo que plantearía una política monetaria más flexible. Solo que un mundo en guerra (de armas y destrucción y comercial también), presagia una inflación “oficial” superior al 6% y una REAL de 32% (¿ya fue usted al súper a las compras de fin de año o le preguntó a los Reyes Magos cuánto subieron los juguetes en un año?).
El gobierno proyecta un déficit fiscal (más gasto que ingresos) equivalente al 3.9% del PIB en 2025, aunque el porcentaje es menor al del año pasado, hay una base más amplia, lo que implica un mayor endeudamiento en NÚMEROS ABSOLUTOS. Claro que no lo mencionan, la relatividad es aliada importante.
Y una de las peores perspectivas la da la reciente elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, que introduce incertidumbre en las relaciones comerciales, especialmente en lo referente al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Las amenazas de imponer aranceles a productos mexicanos podrían afectar negativamente las exportaciones y la inversión extranjera. Para los que se quieren poner con el burro (en este caso Trump) a las patadas, les recordamos que el 86% de nuestro comercio productivo y generador de divisas se da con Estados Unidos (de Norteamérica) y que el señor Trump trae programas antimigratorios y un rencor casi genético contra México, los migrantes y el fentanilo.
Las reformas energética y judicial son una sombra sobre las oportunidades de crecimiento industrial en tendencias como el “nearshoring”, generador de inversiones que buscan proximidad al mercado estadounidense. Solo que la débil estabilidad macroeconómica y las políticas fiscales inconsistentes están mermando la confianza de los inversores que hoy voltean a Uruguay o a Argentina.
2025 será, sin duda, un año económicamente difícil para los votante (contratantes) y, sin duda, de muchas explicaciones para los “elegidos”.
DE FONDO: Para ser rentable, el Tren Maya debería de transportar 8 mil pasajeros diarios en 75 trenes en operación. Costaría, cifra oficial, 120 mil millones de pesos. Actualmente solo ruedan de 5 a 8 trenes diarios con entre 6 y 30 pasajeros. El estímulo al turismo es nulo. Su costo ya ronda los 600 mil millones de pesos y los tramos 5 y 7 aún no operan y enfrentan problemas laborales, económicos y ecológicos. De la superestación de Palenque solo sale un tren diario a las 9 de la mañana (a veces). ¿Idea carísima o “voluntad popular”? ¿Recuerdan la ecuesta a mano alzada?
DE FORMA: La Refinería Olmeca, conocida como Dos Bocas, presentó como meta de producción diaria, para agosto de 2024, procesar 340,000 barriles de petróleo crudo para generar diversos productos refinados, incluyendo 170,000 barriles diarios de gasolina y 120,000 barriles diarios de diésel. Sin embargo, en agosto de 2024, la refinería produjo 1,144 barriles diarios de gasolina Pemex Magna, lo que representa menos del 1% de la producción nacional. Los contratantes brincan de júbilo y esperan procesar 2 mil barriles diarios para 2025. Mientras, la gasolina se encarece y crece la deuda de Pemex, pero no importa, podemos contratar deuda, cara por escasear las fuentes.
DEFORME: El publicitado AIFA mueve el 25% de los pasajeros que prometió mover, según sus impulsores, los vuelos no alcanzan el 50% de ocupación y la movilidad que se presentó en un supuesto tren de escenografía, no existe. El paso por Ecatepec es tenebroso, más en horario nocturno, y los 20 millones de pasajeros que justificarían su costo, nada más no existen. Pero vamos bien, ahí encontramos las tlayudas más caras del mundo… ¡Feliz 2025!
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