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Liberales y conservadores… pugna bizantina

Liberales y consesrvadores
Liberales y consesrvadores Foto: ApartadoMex

PALABRAS… PALABRAS: Hay palabras que, de tan gastadas, han perdido su valor intrínseco, sobre todo en labios de políticos falaces y mentirosos, que hoy, desafortunadamente, abundan. Democracia, libertad, justicia, amor por el terruño, vocación de servicio, etc., son algunas de ellas. Un político “de carrera” (porque antes “corrió” por el portafolios de su antecesor, por su saco o por sus tacos) pregona a los cuatro vientos su amor por la patria, su solidaridad con el pueblo, la sangre que corre por sus venas o el deseo de servicio que sintió desde la cuna cuando le pasó el chupón al bebé que lloraba justo junto a él. ¡Paparruchas!, diría Dickens… y nosotros también. Claro que cuando obtienen el puesto que buscan, sobre todo si es de elección popular, actúan, sin abandonar el gastadísimo discurso inicial -siempre explotando el ánimo popular (sobre todo el de los núcleos de menor ingreso), actúan en contrario sensu, y muestran su verdadera cara, se olvidan de sus representados y, al tiempo que acumulan riquezas inmerecidas, adoptan doctrinas, principios y estatutos totalmente opuestos a los que engañosamente los posicionaron. A veces solo cambian el significado de lo que las propias palabras expresan e inventan su “justicia social”, su “democracia” y, desde luego, su mentirosa “verdad” (paradoja y mentira). Incluso trastocan toda una filosofía para adaptarla a su estrecho mundo intelectual, Montesquieu, Locke, morirían de ira y vergüenza al ver como se han deformado conceptos como “el contrato social”, el “equilibrio de poderes” y el que nos ocupa en esta columna “el LIBERALISMO” y, su llamada contraparte, el CONSERVADURISMO”.LIBERALES Y CONSERVADORES: Hoy, cualquier político “de vanguardia”, sin haber leído siquiera un párrafo del padre del liberalismo moderno, John Locke, o del gestor de la doctrina conservadora Russell Kirk, se arroga el derecho de insultar al que no piensa como él, se autonombra liberal y tacha de “conservador” a su “adversario”. El pueblo recoge el guante y, contaminado por la mentira, adopta esta línea de pensamiento, sin base ni sustento, pero también… sin conocimiento.  Veamos un breve decálogo de diferencias entre liberales y conservadores y, si el lector tiene tiempo y paciencia, califique al político o al régimen de su preferencia y saque su propia conclusión, verá que, del dicho al hecho, hay una mentira monumental.

  • Rol del gobierno: Los liberales tienden a favorecer un papel más amplio del gobierno en la regulación económica y social para promover la igualdad de oportunidades y la justicia social y priorizan la libertad de mercado y su consecuente globalización. Los conservadores suelen abogar por un gobierno limitado que preserve las libertades individuales y reduzca la intervención en la economía y la vida personal. Énfasis en la tradición y el cambio: Los conservadores suelen valorar la tradición, la estabilidad y la continuidad, incluso la regresión social, como medios para preservar su sociedad. Los liberales tienden a ser más receptivos al cambio social y favorecen políticas que buscan reformar las instituciones existentes para adaptarse a las nuevas realidades. Economía y regulación: Los liberales suelen apoyar una mayor intervención del gobierno en la regulación económica para proteger a los ciudadanos vulnerables, regular los mercados y proporcionar servicios públicos apoyando a la inversión privada. Los conservadores tienden a abogar por políticas económicas que fomenten la libre empresa, reduzcan la regulación gubernamental y promuevan la autonomía individual.Valores sociales: Los liberales a menudo defienden la diversidad, la igualdad de género, los derechos LGBTQ+, el multiculturalismo y la laicidad en la esfera pública. Los conservadores tienden a valorar las normas sociales tradicionales, la familia nuclear, la religión y la preservación de ciertos valores culturales y morales.

  • Seguridad nacional y política exterior: Los conservadores tienden a favorecer una postura más fuerte en materia de defensa y seguridad nacional, una mayor participación del ejército con énfasis en la soberanía nacional y la aplicación de la ley. Los liberales pueden abogar por enfoques diplomáticos, cooperación internacional y enfoques más flexibles en políticas de seguridad.

  • Cambio climático y medio ambiente: Los liberales tienden a apoyar políticas más activas para abordar el cambio climático y proteger el medio ambiente, como regulaciones más estrictas, inversiones en energías renovables y medidas de conservación. Los conservadores pueden ser más cautelosos respecto a las intervenciones gubernamentales en este ámbito, minimizan las cuestiones ambientales y buscan priorizar soluciones basadas en el mercadoJusticia penal y sistema legal: Los liberales suelen abogar por reformas en el sistema de justicia penal, incluyendo la reforma de penas, la justicia restaurativa y la reducción de la encarcelación masiva. Los conservadores pueden enfocarse en la aplicación de la ley y la seguridad pública, apoyando políticas que enfaticen el convencimiento y/o el castigo como disuasión.Impuestos y gasto público: Los liberales, especialmente los neoliberales, a menudo respaldan sistemas de impuestos progresivos y un mayor gasto público en programas sociales y de bienestar, en base a mayor captación fiscal impulsando las inversiones privadas y la empresa global. Los conservadores suelen preferir impuestos más bajos, adecuar el gasto público y un enfoque primordial en la responsabilidad fiscal.Interpretación de la Constitución: Los conservadores a menudo abogan por una interpretación originalista o textualista de la Constitución, buscando mantener el significado original de sus enunciados. Los liberales pueden favorecer una interpretación más flexible y adaptable de la Constitución, adaptada a los cambios sociales y tecnológicos.Actitudes hacia la globalización: Los liberales suelen ser más proclives a la globalización, abogando por la apertura de fronteras, el libre comercio y la cooperación internacional. Los conservadores pueden tener una visión más proteccionista, preocupándose por preservar la identidad nacional y la autonomía frente a influencias externas.
Lo más probable es que, con excepciones como Milei o Maduro, el político o el régimen seleccionado por el lector, muestre una curiosa y ecléctica combinación de ambas corrientes, por lo que al agredir a una, se agreden a sí mismos, o simplemente usan su ignorancia tuerta para encender al ignorante ciego.DE FONDO: Curioso que los autodefinidos como “liberales”, critiquen a los llamados “neoliberales”, la forma más refinada del liberalismo, pero actúen como conservadores de clóset. Supina ignorancia que trasciende de manera populista, la verdadera y perversa intención. Las revoluciones más liberales concluyen en las dictaduras más conservadoras. DE FORMA: Tanto liberales como conservadores han desgastado y utilizado términos como “democracia”, “justicia”, “identidad”, “desarrollo” y muchos principios y preceptos originales, hacen universal su limitada, obsesiva y contestataria interpretación y la aplican a su conveniencia, por eso promueven a la ignorancia como su mejor caldo de cultivo.

DEFORME: Que ni unos ni otros se acuerden de la gente al investirse como “portadores de la verdad”, cegarse a la crítica y pervertir la representación y las leyes que juraron “cumplir y hacer cumplir”. La inflación y su fórmula conservadora (¿ya fue usted al súper esta semana?), la falta de respeto a las instituciones y los oídos sordos al clamor popular (Acapulco, medicinas, vacunas…), más las “puntadas” sobre la planificación son solo algunos ejemplos. Lo más grave… la indiferencia de los afectados, la ley del menor esfuerzo y la apatía cobran… y cobran caro.

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Adalberto Füguemann

Adalberto Füguemann

Economista, conferencista y consultor Asociado y Generador de Alianzas Estratégicas para las firmas Taller Especializado de Arquitectura Mexicana, APLA Consultores, STA Consultores y Esfera