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Las formas y los fondos… el peor sexenio de la historia

Las formas y los fondos del sexenio de López Obrador
Las formas y los fondos del sexenio de López Obrador

LA MENTIRA DE LAS FORMAS: En 2020, para poner un ejemplo accesible de la diferencia entre forma y contenido,  H&M, famosa franquicia sueca del mundo de la moda, lanzó su colección “Conscious” con un marketing que destacaba el uso de materiales ecológicos y prácticas sostenibles, usando etiquetas verdes y descripciones como “hecho con algodón orgánico” o “utiliza menos agua”. Las tiendas también colocaron información que sugería que la compra de estos productos apoyaba una moda más responsable, una buena forma de colocarse en un mercado preocupado por el medio ambiente.

La campaña 'Conscious' de H&M
La campaña ‘Conscious’ de H&M

Solo que… a partir del 2023, diversas investigaciones y reportajes revelaron que la colección “Conscious” no era mucho más sostenible que sus otras líneas de ropa. Sí, utilizaban algunos materiales reciclados o ecológicos, pero en mínima medida. Además, la cadena continuaba con prácticas de “fast fashion”, conocidas por su impacto negativo en el medio ambiente debido a la producción masiva, el uso de recursos y el rápido desecho de prendas.

La percepción de la mentira entre la forma y el fondo hizo fracasar el posicionamiento competitivo, el mundo no se tragó el anzuelo.

Pero no siempre es así, a veces la burda o la sutil diferencia no se captan o se ocultan. Concluye un sexenio de (des) gobierno más, bueno, no uno más, pero quizá sí el peor sexenio, en términos económicos, de salud, de cultura, de atentados contra el medio ambiente y, sin duda el generador de mayores divisiones sociales desde la transformación, esa sí, que fue la Revolución de 1910.

Las formas, retórica mentirosa, divisionista, misógina, simplona y vulgar, se impusieron a los logros, magros o nulos y el nuevo gobierno recibe un país 57% más endeudado que en 2018, sin crecimiento, con nula creación de empleos de calidad, dependiente de las remesas y con una inflación que provoca angustia cada vez que se visita un supermercado.

Las deudas de López Obrador a unos días del adiós

Subieron los salarios (los mínimos, los reales bajaron y perdieron poder adquisitivo), pero la gasolina nunca tuvo un precio de 10 pesos y la canasta básica del Programa de Emergencia Económica, de tan solo 22 artículos, se perdió en la noche de la demagogia.

En fin, el llamado “pueblo bueno” fue engañado una y otra vez, y una y otra vez se dejó engañar por tan solo seis mil pesos bimestrales que, obviamente, salieron, y salen, del bolsillo de todos los “malos mexicanos” que sí pagan impuestos. Pero el disloque entre formas y fondos no permite percibir la diferencia. Así de mal estamos.

LA VERDAD DE LOS FONDOS: Veamos un ejemplo patente: El proyecto del Tren Maya ha sido presentado por el gobierno mexicano, formalmente, como una obra que promueve el desarrollo económico y el turismo en la región sureste del país. Se señala que el tren contribuirá al crecimiento sostenible de las comunidades locales, y se destaca como un proyecto que respeta el medio ambiente y que incluso reforestará áreas afectadas. Se señaló, además, que generaría utilidades y éstas se etiquetaron, ilegalmente a favor de la SEDENA, que tendrá que esperar cerca de 400 años para tener acceso a ellas.

En el fondo, muy profundo, por cierto, diversas organizaciones ambientalistas, expertos y comunidades indígenas demuestran que el proyecto tiene ya un impacto negativo en los ecosistemas locales, especialmente en la selva maya, y afecta dramáticamente zonas arqueológicas y reservas naturales. Se ha comprobado que la deforestación y la construcción de la infraestructura del tren han dañado la biodiversidad y los acuíferos de la región. Además, se ha señalado la falta de consultas adecuadas a las comunidades locales en la fase de planificación.

Por si fuera poco, cifras duras, la obra “presupuestada” (¿por quien?) en 120 mil millones de pesos, ya ha erogado casi 600 mil millones y falta por desarrollar casi la mitad del proyecto. ¡Con eso se pagaba la deuda de Pemex y se ahorrarían casi 200 mil millones de intereses anuales!. Por cierto, también pagados por los más endeudados causantes.

Este ejemplo muestra cómo la manipulación de la forma —presentar inversiones arriesgadas como seguras y saludables para la economía— puede dañar seriamente la economía cuando el fondo no es sólido. La falta de transparencia, regulación adecuada y la desconexión entre percepción y realidad (suponemos que es incapacidad y no perversidad), ponen en evidencia el peor sexenio económico de nuestra historia moderna.

El tren Maya es un ejemplo palpable, pero lo mismo podemos decir de lamentables diferencias entre la forma (la expresión) y el fondo (la realidad) de la mayoría de acciones de política pública (¿en serio?) de un sexenio que no podemos celebrar que concluye porque, aparentemente, continúa, con la misma confusión.

Diferencias entre dichos y hechos abundan, veamos algunos con juicio crítico:

a). Cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) con un costo de más de 400 mil millones de pesos.

b). Manejo de la pandemia de COVID-19. Cerca de 600 mil muertes y la tasa más alta en el mundo de decesos hospitalarios.

c). Desabasto de medicamentos. Fracaso rotundo en la reestructuración de compras y de suministro. Creación y desaparición de un INSABIN defraudado y miles de pacientes sin atención de calidad, pero la forma nos compara con Dinamarca cuando el fondo es peor que el de Zimbabwe.

d). Política energética regresiva. La apuesta por fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex), mientras se disminuía el apoyo a energías renovables, fue vista como un retroceso. Esto afectó la confianza en inversiones en energías limpias y sostenibilidad.

e). Militarización de la seguridad pública. La creación de la Guardia Nacional, derivó en un control militar, además de aumentar la participación de las Fuerzas Armadas en tareas civiles, como la construcción de obras y el control de aduanas, lo que generó preocupación por la militarización del país.

f). Proyectos faraónicos sin estudios adecuados. El ya mencionado Tren Maya, la Refinería Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles han sido señalados como caprichos sin planeación, sin proyectos y sin estudios de impacto ambiental y, peor aun, sin viabilidad financiera, además de costos elevados, opacos y multiplicados que comprometen recursos públicos.

Para la cuarta, es más importe el Tren Maya que la Constitución
Para ‘la cuarta’, es más importe el Tren Maya que la Constitución

g). Pobre desempeño económico. Pese a la diaria diatriba mentirosa, la realidad, incluso la oficial, sesgada y diariamente desvirtuada, muestran que el crecimiento económico fue débil, incluso antes de la pandemia. Las políticas económicas, incluyendo la austeridad y la desconfianza hacia el sector privado, frenaron el crecimiento y la inversión. Esto se debió a la absurda decisión del gobierno de no implementar estímulos fiscales para las empresas. El choque lo sufrieron mucho las PYMES y los hogares, pero había que acabar con los “aspiracionistas”.

La caída mundial del PIB en 2020 fue de 3,1%, según el Banco Mundial. En la región de Norteamérica específicamente, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la cifra ascendió a 3,5%. En México, lo logramos, caímos 8.1% oficial.

El alfabeto no nos alcanzaría para hacer la evaluación de un fondo que se pierde entre la necesidad, la ignorancia o la conveniencia de la gente. Al fin y al cabo la indolencia o el silencio se vuelven cómplices de las formas y, las siguientes generaciones, víctimas de los fondos.

DE FONDO: Guy Debord, en “La sociedad del espectáculo”,  señala que en la sociedad moderna, las imágenes y las apariencias (la forma) sustituyen la realidad y el contenido (el fondo), creando una desconexión entre lo que se muestra y lo que realmente ocurre. su análisis aplica a proyectos que enfatizan el espectáculo o la apariencia sin un compromiso genuino con la sustancia, ¿verdad, señores diputados y senadores?.

DE FORMA: Termina el peor mes de septiembre de la historia, 25 arengas vacías, algunos bocadillos y un show que no tuvo nada que ver con los héroes que nos dieron la patria y la libertad que ya perdimos. Fueron un excelente y formal distractor, el fondo lo viviremos a partir del primero de octubre.

DEFORME: La forma es el traje elegante, pero el fondo es lo que tienes que decir cuando te preguntan a qué te dedicas. Un palacio no oculta la miseria en su exterior.  

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Adalberto Füguemann

Adalberto Füguemann

Economista, conferencista y consultor Asociado y Generador de Alianzas Estratégicas para las firmas Taller Especializado de Arquitectura Mexicana, APLA Consultores, STA Consultores y Esfera