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Ellos mienten… Y los alaban 

MENTIR POR SISTEMA: En un período electoral, más sus eufemísticas e hipócritas fases de “preelectoral” e “interelectoral” (engañabobos y fanáticos), los ciudadanos ya estamos bombardeados por, nada más, ni nada menos, 52 millones de spots de políticos, seudopolíticos, arribistas, chapulines y advenedizos que nos pintan un país maravilloso, que será mejor cuando ellos, sólo ellos, tengan o mantengan el poder, político, económico y, por supuesto, el disfrute económico muy particular.

Mentiras en un alto porcentaje, difundidas con recursos fiscales generados con el trabajo de todos para beneficio de pocos.

Revisemos objetivamente cinco promesas de la anterior campaña presidencial (las pueden adaptar al nivel estatal, municipal o legislativo que deseen, son juegos de complicidades).

Se nos prometió regresar a militares y marinos a sus cuarteles. Se nos ofreció un crecimiento económico de entre 4 y 6%, sin inflación (¿ya compró el súper de la semana?). La gasolina costaría menos de 10 pesos el litro. Nuestro sistema de salud sería mejor que el de Dinamarca. Se estableció el compromiso de terminar con el negocio criminal del “huachicol”. 

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Se dijo abiertamente que Francia avaló la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, y la embajada lo desmintió. Se prometió un gobierno diferente sin amigos, compadres y parientes. Tendríamos, se dijo que de acuerdo con datos del Banco Mundial que nos ahorraríamos 500 mil millones de pesos al año. El BM nunca hizo ese cálculo. 

El Tren Maya, “aprobado por ecologistas y organismos medioambientales” (y, claro, por “la madre tierra”), estaría terminado en marzo del 2023 y costaría 120 mil millones de pesos. Hoy, con 40% de “avance” y dos veces “inaugurado”, ya erogó 517 mil millones de pura deuda irrecuperable.

En fin, algunos autores señalan decenas de miles de mentiras, ¡en un solo período y de un mismo candidato ganador! El punto es que el verdadero problema no es de quien las dice, sino del que las cree y, peor aún, las defiende (sin argumentos y regularmente con insultos).

Esto no es casual, la teoría que describe la tendencia de los servidores públicos a actuar en su propio interés en lugar de en beneficio de la población se conoce como “teoría de la elección pública” o “teoría de la captura del regulador”.

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La Teoría de la Captura del Regulador es un concepto en la teoría económica y política que sugiere que los reguladores gubernamentales pueden ser influenciados y controlados por los grupos que los llevaron al poder. Según esta teoría, las sociedades y grupos de interés pueden ejercer presión sobre los organismos reguladores para que adopten políticas que favorezcan sus intereses particulares, en lugar de proteger el interés público. Este fenómeno puede dar lugar a una pérdida de independencia por parte de los reguladores y a la promulgación de normativas que benefician a “sus” grupos en detrimento de la democracia.

Para contrarrestar la captura del regulador, se han propuesto diversas estrategias, como la implementación de medidas de transparencia, la limitación de las conexiones entre grupos sectarios, y el fortalecimiento de la rendición de cuentas. Sin embargo, la lucha contra este fenómeno continúa siendo un desafío importante en el diseño y la implementación efectiva de políticas regulatorias.

DESPUÉS DE LAS PROMESAS, MÁS MENTIRAS:

Secularmente, con escasas excepciones como Pepe Mújica, Lech Walesa o Nelson Mandela, cuando los políticos alcanzan el poder, se observa una tendencia a priorizar sus intereses personales sobre el bienestar de la sociedad que deberían servir.

En primer lugar, la ambición individual y el deseo de mantenerse en el poder pueden llevar a decisiones que benefician al político en lugar de abordar las verdaderas necesidades de la sociedad.

Para ello, corrupción es una constante. El acceso al poder también puede generar un distanciamiento gradual de la realidad cotidiana de los ciudadanos, haciendo que los políticos pierdan contacto con las verdaderas preocupaciones de la sociedad. ¿Se acuerdan que “iba a vivir en un pequeño departamento, se iba a transportar en el famosísimo Jetta y no iba a tener seguridad personal?

La falta de transparencia y rendición de cuentas, faltaba más, permite a los políticos actuar sin restricciones, tomando decisiones que favorecen a ellos y a sus allegados. La politización y la destrucción de las instituciones también puede llevar a un uso selectivo de recursos y privilegios para consolidar el poder personal.

Los mentirosos en el poder se aprovechan de la falta de una cultura política arraigada en principios éticos y de servicio público, desprecian y utilizan a la sociedad, le siguen mintiendo (y les siguen creyendo), la competencia partidista, financiada con recursos públicos también, fomenta la priorización de objetivos partidistas sobre el interés general.

Muchos políticos también buscan mantener su estatus y privilegios, en lugar de trabajar por el bienestar de la sociedad. Utilizan su posición para obtener beneficios personales, como viajes lujosos, propiedades y otros privilegios, sin importarles el impacto que esto pueda tener en la economía del país. 

La actividad de pocos, y la pasividad de muchos ocasiona estas situaciones, lo hicieron Stalin, Lenin, Hitler, Castro, Chávez y Ortega, entre otros. Pero como dijimos, nada es casual, son planes elaborados y muy estructurados que han sido tratados por economistas, sociólogos, politólogos y siquiatras y, desde luego, afectan al ámbito económico que es nuestro tema. ¿A alguien le preocupa el desaforado incremento de más del 50% en la deuda pública (la deuda de todos) a pesar de que se prometió reducirla? A nosotros, sí.

Las repercusiones económicas son tangibles y son resultado de la manipulación en entornos donde los líderes controlan la información y distorsionan la realidad, se han tomado decisiones económicas perjudiciales basadas en ideologías extremas en lugar de en datos objetivos. La falta de transparencia y la supresión del pensamiento crítico han frenado brutalmente el desarrollo económico sostenible y la innovación.

 ¿Cuándo recuperaremos el billón de pesos de los tres megaproyectos? y, si ocurriese ese milagro guadalupano, ¿por qué el beneficio -ellos le llaman “utilidades” equivocadamente- será exclusivamente para los militares?

Ya observamos (Cervecería Constellation, Litio, aeropuertos privados) que la coerción psicológica genera desconfianza y miedo en la sociedad, afectando la inversión y la actividad empresarial. Las políticas económicas impulsadas por motivaciones ideológicas en lugar de por consideraciones pragmáticas solo llevan a crisis económicas y a la asignación ineficiente de recursos.

DE FONDO:

La pregunta sigue en el aire, ¿por qué creer a los mentirosos de carrera? En su obra magistral, “El Verdadero Creyente”, Eric Hoffer explora las dinámicas psicológicas y sociológicas que impulsan a las personas hacia el fanatismo y el fervor ideológico. Hoffer destaca la idea de que aquellos que se convierten en verdaderos creyentes comparten características comunes, independientemente de la naturaleza específica de sus creencias.

Analiza acuciosamente cómo los fanáticos a menudo se unen a movimientos extremistas en tiempos de crisis social o económica, encontrando en las ideologías radicales una respuesta aparentemente clara a sus problemas. 

Hoffer también señala la tendencia de los verdaderos creyentes a abrazar causas que les proporcionen una salida para su agresión y frustración, permitiéndoles canalizar sus emociones de manera más efectiva (de ahí, por ejemplo, la violencia de las llamadas “barras” o “porras” deportivas).

DE FORMA:

¿esto puede terminar? Difícil cómo en Venezuela o Cuba, pero no imposible, los mentirosos enfrentan la paradoja de que, a pesar de la rigidez y la inflexibilidad aparentes de los fanáticos, estos movimientos pueden ser vulnerables a la desilusión y al colapso interno cuando las expectativas no se cumplen o cuando sus líderes pierden su carisma. Eso se puede comprobar en las urnas…

DEFORME:

Que nos bombardeen con mentiras y medias verdades (“la verdad a medias es la más cobarde de las mentiras”, escribió Oscar Wilde) y más deforme aún, que nos fanaticen para creerlas

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Adalberto Füguemann

Adalberto Füguemann

Economista, conferencista y consultor Asociado y Generador de Alianzas Estratégicas para las firmas Taller Especializado de Arquitectura Mexicana, APLA Consultores, STA Consultores y Esfera