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¿Y si es mujer? ¿Y si es…?

¿Y sí es mujer? ¿Y sí es...?

¿Y sí es mujer? ¿Y sí es...?

Un buen amigo me planteó estas dos preguntas, de esos que me retan a pensarle “fuera de la caja” y cuyo nombre no les compartiré porque dice que luego “le pegan” por mi culpa. ¿Y si es mujer? ¿Y si es…? Así empezó su argumentación y fuimos descartando nombre por nombre hasta dar con uno.

Sigue sin quedarme claro el tema de los bloques de competitividad, porque a cada explicación, le encuentro numéricamente muchos “no”. Pero vienen los “sí” y no afirmativos, sino interrogativos.

Se requiere de una mujer que realmente enarbole la causa feminista. La de las mujeres es una agenda que ya da tiempo ni lugar a pausas.

¿Y si es Claudia? ¿Claudia Rivera es realmente feminista? ¡No lo sé Rick…! Reza el dicho: “dime con quién andas y te diré quién eres” y Claudia anda defendiéndose de denuncias por violencia no solo de género, sino de acoso laboral. Y no, no fue ella, las autoridades judiciales lo dejaron en claro, pero son tantas de gente tan cercana que cuando el río suena…

Aprovecho para abrir un paréntesis y contarles un chisme. Pues resulta que, los ex secretarios de Claudia Rivera están abriendo grupos de whatsapp integrando a sus ex empleados y dando por sentado que forman parte de la estructura territorial poque ESTÁ BUSCANDO REALMENTE LA ALCALDÍA, NO LA GUBERNATURA. Nomás le está tirando al sol para alcanzar a la luna.

Volvamos al punto.

¿Y si es Olivia? ¿Olivia Salomón es feminista? Puede ser, solo que lo feminista le salió luego de que enviudó y está bien, nunca es tarde para comenzar a deconstruirse y a cambiar, pero hay tantas voces hablando de la manera en que ha terminado relaciones con asesores en distintas materias, que no suena muy bien la historia. Porque todas terminan en lo mismo… violencia.

¿Y si es mujer? ¿Y si es… la secretaria del Bienestar?

Otra que levanta la mano y que parece que sí representa la causa de las mujeres es la secretaria del Bienestar, Lizeth Sánchez García, conocida por sus cuates y por todos los que no lo somos como Liz Sánchez.

Es una mujer que viene de la iniciativa privada y que incursionó en la política.

Ya fue diputada Local, diputada Federal, tuvo cargos en el PT y, además, es secretaria de Bienestar. Es decir, tiene experiencia en dos de tres poderes.

Conoce las necesidades, la radiografía y la geografía de Puebla.

Es una mujer de verdadera izquierda que, sí bien no es la más conocida, “encaja” a la perfección con las necesidades de Morena, de cara a la elección de 2024.

Además, se destapó en febrero de este año y cuenta con el aprecio del gobernador Sergio Salomón Céspedes.

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¿Y si es mujer? ¿Qué características debe tener?

Una candidata o candidato con poco conocimiento, vale más para la 4T que uno muy conocido, por una sencilla razón, sus negativos no afectan a la marca y “la dejan” hacer lo que sabe, ganar.

Para la 4T es mejor una candidata o candidato con menor conocimiento pues su competitividad es mayor. Si no me creen, pregúntenle a Claudia Rivera, nadie la conocía, se montó en la ola y ganó.

Aclaro, nunca dije que eso es garantía de tener buenos gobernantes. Hoy una constante, lamentablemente es que para ser gobernante no hay que saber gobernar.

Por su parte, la oposición requiere de candidatos muy competitivos, como Eduardo Rivera, para poder dar la pelea, por una razón bien sencilla, no conozco a un grupo de personas, salvo los beneficiarios, económica y políticamente hablando por esos tiempos que digan: “¡Añoro los tiempos en que gobernaba el PRI!” o “¡Cómo quisiera que volviera el morenovallismo!” -que no es lo mismo que el panismo-. Tampoco es como que extrañemos mucho al barbosismo, aclaro, salvo, como ya dije, los beneficiarios económicos… Obviamente.

Pero volvamos a Liz Sánchez, es joven, es de gesto amable, una poblana con una carrera no tan larga pero muy completa y, al parecer, es más aliada de las mujeres que otras mujeres.

Hace tiempo escribí una columna que se tituló: Llegar y no incidir es como no llegar… sigo pensando lo mismo. Por eso es que es tan importante que, si Morena define que en Puebla va una mujer, tenga presente la agenda de las mujeres. Y aunque sea hombre, deben tener en claro que ésa es una de las grandes prioridades.

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