La gente cambia, los intereses cambian, las necesidades cambian y el tiempo nos convierte en seres completamente diferentes a los que fuimos antes. Basta analizar la historia de Satanás y de Judas, el primero fue un ángel hasta que la soberbia y el deseo de ser como Dios, le ganaron.
Por su parte, Judas fue discípulo de Jesús hasta que la avaricia y la codicia le ganaron y prefirió intercambiar a su maestro por 30 monedas. Era obvio, un hombre como él era incapaz de vivir en la pobreza y la austeridad que predicaba el maestro.
Pues la de la soberbia y la del temor a la pobreza, es la historia de una persona que tiene como rehén a Puebla.
Este “Satanás”, sabe que es el momento de volver al poder, pero hay un pequeño problema.
No le han dado el lugar que cree merecer.
¿Cómo pueden atreverse a dejarlo fuera siendo tan poderoso como es?
¿Qué no saben que es capaz de paralizar a la capital del estado y a la zona conurbada con un tronar de dedos?
Pero… ¿quién es capaz de poner contra la espada y la pared a dos gobernadores? Al gobernador saliente, Sergio Salomón Céspedes, y al entrante, Alejandro Armenta.
Este “Judas” era amigo, hasta que comenzó a temer por la buena salud de sus intereses económicos y políticos.
Cree que no le dejaron más opción que deseinvainar la espada y comenzar a lanzar toda una serie de mensajes sicilianos. Pero además, no fallar implicaba lanzarlos a los dos gobernadores, al saliente y al entrante.
No hay otra opción, boicotear la salida de uno y reventar la llegada del otro y de paso, afectar a todos los poblanos.
Y a todo esto, ¿qué quiere?
Una silla, solo eso… una silla.
Una que le permita acrecentar su fortuna para no temerle como Judas a la pobreza y que esta le brinde la oportunidad de estar cerca del tomador de decisiones, para poder vigilar el buen estado de sus intereses y evitar correr con las tentaciones de Satanás.
El problema de fondo es que los que perdemos somos los poblanos.
¿Merece esa silla luego de todo lo que está provocando?
Ahora resulta que cualquiera con capital económico y humano puede convertirse en terrorista y obligar al Gobierno de Puebla a darle lo que quiera.
¿Vienen seis años de esto? ¡Uffff!
Pistas: es una sola persona, su nombre empieza con Ró y termina con Mulo Arredondo.
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