El día de ayer, como es por todos sabido, una corte en Brooklyn, Nueva York, declaró culpable de cinco cargos a Genaro García Luna. Nada más le culparon de tres por tráfico de drogas, uno por delincuencia organizada y el último por falsedad de declaración… Nada más.
Esto, por supuesto, apuntaló la narrativa que ha manejado Presidencia desde el día 1 del gobierno del presidente López. El tiempo le dio la razón. Aunque él tampoco salió muy bien librado, pero sí hay un experto en capitalizar este tipo de situaciones, es López.
La reacción por parte del expresidente Felipe Calderón, no fue la más atinada. Aseguró que persiguió a toda organización que puso en peligro a México y mencionó que había encarcelado a varios miembros del Cártel del Pacífico. Seguramente se le fue el internet a la hora de hablar del Cártel de Sinaloa, porque ese tema ni lo tocó.
Diría el clásico: “Y ahora… ¿Quién podrá defenderlo?”
Esto motivó la respuesta de Mario Delgado, dirigente de Morena. Exigió que el INE retire el registro a Acción Nacional. Por supuesto que no va a suceder, pero esto me motiva a presentar una propuesta y lanzar un reto.
No busco un espacio de elección popular, aclaro. No aspiro a hacer campaña y mucho menos a legislar. Le paso el balón a la o el político, a la o el ciudadano con aspiraciones políticas, mismas que yo no tengo, a quién tenga la calidad moral, la ética y el valor de proponerlo en la Cámara de Diputados y/o en el Senado. Es más, comprometo públicamente mi voto por la o le valiente que lo haga.
¿Quién le entra?
Comenzaré con una analogía para explicar mi punto.
Si voy a comprar una casa, la inmobiliaria me va a solicitar el nombre de un aval, es decir, me exigirán contar con un “obligado solidario”, ¿o no?
Pues bien, en la “cancha electoral”, los partidos políticos deberían ser los obligados solidarios de los candidatos que postulan.
Es muy sencillo ir y postular a una Paola Angón que gobierna mal y que su instituto político, aplique la de Felipe Calderón y se lave las manos.
¡Qué fácil para Morena darle un espacio a un cargo de elección a una Norma Layón y que se deslinde de ella cuándo la corrupción de su gobierno mató a dos personas en San Martín Texmelucan!
Es lo más cómodo para el PT y MC “echarse la bolita” y hacerse como que la Virgen les habla, cuándo se trata de responder por las tranzas del desaparecido José Juan Espinosa.
Podría seguir poniendo ejemplos, pero no acabaría y lo cierto es que en todos los partidos se cuecen habas.
Los procesos por los que atraviesan los perfiles de las actoras y actores que aspiran a un espacio de elección popular deberían ser muy rigurosos.
Si para que nos contraten para un trabajo debemos pasar por pruebas sicométricas, ¿por qué los gobernantes no?
Si los policías deben presentar esas inhumanas pruebas de control de confianza para poder ingresar y permaneces en sus cargos, ¿por qué los gobernantes no?
Pero además hay otra cosa, solicitar una Constancia de Antescendentes no Penales es insuficiente. Debería existir un documento dónde conste que las y los aspirantes no están sujetos a algún proceso.
Esto por una razón muy sencilla, han habido aprehensiones de funcionarios electos antes de sus tomas de protesta. Incluso, en Morelos, Alfonso Miranda, ganó la alcaldía de Amacuzac en 2018, desde la cárcel… Ese fue el colmo de los colmos. Y aunque eso pareciera que es salido de una película de terror, esperen a leer esto, el señor inauguraba obras vía telefónica… ¡Desde la cárcel! ¡Háganme el chingado favor!
He lanzado el reto, ahí se los dejo y me avisan quién sí le entra. Porque para eso, hay que tener la trompa larga y la cola corta.
¿Quién le entra?
Volviendo al tema de inicio, sí, Morena ganó ayer la elección presidencial de 2024 en una corte de Brooklyn. Aún no sé si será Claudia, Marcelo o Adán quién “se siente en la silla”, pero sí, con seguridad, será alguno de los tres.
¿Imaginan a un candidato de oposición pidiendo el voto y diciendo que va a combatir al crimen organizado, luego del posicionamiento de Calderón? La embestida será brutal.