Ícono del sitio Apartado MEX

No hay nada más fácil que el autoengaño

Usar bots para operar redes sociales de políticos y gobierno es autoengaño, aunque les duelaUsar bots para operar redes sociales de políticos y gobierno es autoengaño, aunque les duela

Usar bots para operar redes sociales de políticos y gobierno es autoengaño, aunque les duela

¿Conocen a Demóstenes? No hablo del miembro de la pandilla de Don Gato, hablo del orador, estadística y político ateniense del mismo nombre. Demóstenes, considerado uno de los más grandes patriotas de Grecia, acuñó una frase sobre el autoengaño que usaré para dar pie a este monólogo:

 “No hay nada más fácil que el autoengaño. Pues lo que desea cada hombre es lo primero que cree”.

Ahora sí, entremos en materia, uno de los peores autoengaños y bastante caros por la manera en que operadores y gestores inflan los precios, es el uso de bots para intentar intervenir en lo social y hacer política.

¿En serio creen que funciona comprar seguidores y que esto hace parecer que su valor como políticos es mayor? Si respondieron que sí, háganse un favor y dejen esta lectura ahora. O si los han engañado, pero no van a permitir que les sigan viendo la cara… ¡adelante corazón, no llores más y sigue leyendo!

Por eso vamos a hablar de las mentiras que consultores y operadores de redes sociales le venden a sus clientes y como estos, caen en el autoengaño creyendo que lo que les venden, funciona.

Ahora les explico, pero primero les pido que repitan conmigo: los bots no sirven para intervenir en lo social y hacer política.

Operar con bots

¿Les ha pasado que ven publicaciones con cientos o miles de reacciones y comentarios, cuyos autores tienen nombres tailandeses, chinos o —en el caso del operador más cuidados— brasileños y argentinos? Las publicaciones parecieran ser exitosas, porque tienen muchas interacciones, pero hay tres problemas, el primero:

No tienen alcance porque las redes sociales castigan el uso de bots, esto significa que les van a penalizar las cuentas. En pocas palabras, sus publicaciones no van a llegar a usuarios reales ni a la ciudadanía a quién pretenden informar.

El segundo, es lo mal que los hacen quedar al usar este tipo de cuentas. A todas luces un bot es la materialización de la autoadulación y el halago en boca propia es vituperio.

Además es muy difícil lograr que un bot parezca una cuenta real. Se requiere tiempo y esfuerzo y normalmente quien se dedica a vender la operación de granjas, comienza a crearlas unos meses antes de que estas vayan a entrar en uso.

Esto hace que las cuentas falsas tengan muy pocos seguidores, sigan a pocas personas, normalmente carezcan de fotos de perfil y, de nuevo, no abonen a generar alcance ni tendencias.

Este es el caso de la feliz Mary, un bot creado en 2023, que nació para dar RT, comentar y defender las publicaciones de Pepe Chedraui desde la campaña. Mary tiene 4 seguidores no verificados y que no interactúa con otros usuarios de X ni otros temas.

Hay otras cuentas un poco más elaboradas, como la de Homero Sánchez, creada con la misma finalidad que la de Mary, celebrar las acciones del presidente municipal de Puebla. Surgió en octubre de 2024 y por lo menos a esta sí le pusieron foto de perfil.

Esta cuenta sigue a 32 y le siguen 14, tampoco verificados… Ni un verificado, léase, es altamente probable que ningún ser humano lo vea, solo otros bots.

Pero volvamos a los tres problemas… El tercero, los bots no generan tendencias, aunque les quieran hacer creer que sumar 100 bots a una operación digital va a abonar a generar una tendencia, esto no va a suceder. De nuevo, las redes sociales no le dan alcance a las cuentas que no demuestran patrones de comportamiento humano.

Repitan conmigo: los bots no sirven para intervenir en lo social y hacer política.

El verdadero costo del autoengaño

Ahora vamos a lo realmente escabroso, ¿es caro operar con bots?

Seguramente muchos me van a odiar, pero la realidad es que no.

No me ocasiona el menor problema revelar este dato, porque soy enemiga del uso de bots.

Es más, tengo testigos de cómo reacciono cuando alguien intenta sugerir que debería operar con ellos y créanme, se me bota la canica horrible.

Comprar 100 likes para una publicación, por ejemplo en Facebook o en X, cuesta la módica cantidad de 50 centavos de dólar, algo así como 10 pesotototes. Ahora que conocen este dato, no creen que sería bueno preguntarle a las o los políticos a quienes han convencido de utilizar estas herramientas, ¿en cuánto se los están vendiendo?

Si quieres leer sobre recurso mal empleado, también puedes visitar: ¿Le confiarías tus dineros al Yunque?

Si el autoengaño digital no fuera tan económico, agencias como ésta no ofrecerían sus servicios a precios tan económicos.

Comprar reacciones de bots es muy económico, tan económico como autoengañarse
Comprar reacciones de bots es muy económico, tan económico como autoengañarse

Y, por supuesto, además de tirar el dinero a la basura, ¡ESTÁN AFECTANDO EL ALCANCE DE SUS CUENTAS!

Repitan conmigo: los bots no sirven para intervenir en lo social y hacer política.

Para acabar pronto, espero haber abordado esto con los términos más sencillos para que puedan entender el daño que ocasiona el uso de bots.

¿Se puede subsanar? Sí, pero no sé si están listos para esta plática.

Por lo pronto recuerden, es lento, sí, pero es mejor generar estrategias a mediano y largo plazo para redes sociales, que caer en el autoengaño y operar con bots.

Salir de la versión móvil