Alejandro Armenta es oficialmente el gobernador electo con más votos en la historia del estado de Puebla, esto lo convierte en objeto de todos los retos habidos y por haber.
Deberá presentar un plan de desarrollo más ambiocioso que el de Manuel Bartlett; hacerse de más compadres que Melquiades Morales; evitar al 100% los errores de Mario Marín; ejecutar más obra que Rafael Moreno Valle; brillar más que Tony Gali y Martha Erika y evitar pasar desapercibido, como Guillermo Pachedo Pulido. Además, alejarse de la persecusión, la confrontación y el odio, como el de Barbosa y ser más consiliador y generoso que Sergio Salomón Céspedes. Por una sencilla razón: ¡PORQUE ES EL GOBERNADOR MÁS VOTADO DE LA HISTORIA DE PUEBLA!
Si bien es cierto que su legitimidad es indiscutible. También es cierto que las expectativas hoy son enormes y los retos por cumplir con lo que la gente espera, mayores.
Deberá contener a su equipo, quienes gozan de la embriaguez de un triuno sin precedentes.
Todos están bajo el escrutinio, no solo del público conocedor, sino del mismo gobernador electo.
El equipo de campaña será el equipo de transición, pero no el que integrará el gabinete. Ya lo dejó en claro el día de ayer en el Instituto Estatal Electoral. Les exigió eficiencia, eficacia, resultados, capacidad y lealtad.
Este llamado parece tener dedicatoria. A alguien se le subieron demasiado los humos en seis días…
🚫👥En mi gobierno no habrá becas, se convoca a hombres y mujeres que quieran consagrarse al servicio púbico sin horarios, informa Armenta (@armentapuebla_), sobre la conformación del gabinete pic.twitter.com/q3dxxmJp8k
— La Jornada Oriente (@JornadaOriente) June 9, 2024
Seguramente muchos corazones se rompieron ayer, pero era obvio, una cosa es contar con el cariño de Alejandro Armenta y otra muy diferente, contar con las credenciales para poder ocupar posiciones en el gabinete.
Aunado a eso, viene un proceso de verificación de resultados y de reparto de cuotas, porque grupos, hay muchos, intereses más.
Lo cierto es que Alejandro Armenta sostuvo reuniones previas al inicio de su campaña con personas distintas a su equipo y las invitaciones se extendieron con anterioridad. Esto ya estaba planeado y medido.
