Así lo dijo Eduardo Rivera, fuerte y claro, “lo importante es creer que lo podemos hacer”. Desde el abarrotado auditorio GNP, que tuvo por algunos minutos un lleno total, el alcalde de Puebla por fin se destapó, por fin dijo que sí quiere y que sí va.
Acompañado por casi todos los que debían estar en una fecha tan importante, el alcalde capitalino dijo claramente ¡Sí! ¡Sí voy!
Con Xóchitl Gálvez como invitada de honor, a la que los asistentes recibieron coreando “Xóchitl presidenta”. Con dos de los tres dirigentes nacionales de los partidos que registrarán al alcalde capitalino como candidato a la gubernatura, porque ‘Alito’ nomás no vino.
También con todos los diputados federales de oposición presentes: Blanca Alcalá, Humberto Aguilar Coronado, Genoveva Huerta, Mario Riestra, Lázaro Jiménez y Caro Beauregard. Con las dos senadoras de oposición que ahora tiene Puebla, Nadia Navarro y Nancy de la Sierra.
Hasta con Claudio X. González, pero sin la plana mayor del Frente Amplio por México. Porque no vinieron Guadalupe Acosta, Fernando Belaunzarán, Beatriz Pagés, Amado Avendaño o alguien más, aparte de Claudio.
En medio de las porras y de los vivas, los presentes en el GNP, antes Acrópolis gritaban ante la primera oportunidad “¡Lalo gobernador! ¡Lalo gobernador!”.
Sin activismo digital y sin lograr convertirse en tendencia en un día en el que no hubo mucha competencia en redes sociales, Eduardo Rivera por fin se destapó.
Será interesante saber sí le alcanza el tiempo para sanar las heridas que ha abierto su equipo a diestra y siniestra. Las quejas de constructores, empresarios y aliados en general a los que no se les ha cumplido son muchas, seguramente más de las que quisieran.
Las voces a disgusto hablan por todos lados y se quejan no solo de incumplimientos, sino hasta de malos tratos.
Será interesante saber cómo van a regresar a pedir ayuda en lo que viene cuando hoy que podían, no fueron recíprocos con las y los que les ayudaron desde campaña o antes.
Es comprensible, tienen facturas pendientes no solo de 2021, también las de 2018. Pero hay mucha gente molesta con el equipo de Eduardo Rivera y por ende, con él.
Como sea, lo importante es creer que lo pueden hacer. Aquí lo importante es que intenten recomponer el rumbo con los aliados a los que les han fallado en los últimos dos años y que esto no se les convierta en un gran problema.
Y se tiene que apresurar, pues las heridas que hoy están abiertas habrán de sumarse a las del proceso interno. Y es que, con menos espacios para repartir y más gente levantando la mano, es complicado que todos queden tranquilos.
Pero lo importante es creer que lo pueden hacer. Ya veremos si realmente pueden.