Ícono del sitio Apartado MEX

¿Le confiarías tus dineros al Yunque?

¿Le confiarías tus dineros al Yunque?

¿Le confiarías tus dineros al Yunque?

“Quiero, puedo, me lo merezco y me lo voy a dar”… eso digo si se tratara de algún ciudadano que sea de mi agrado. Lamentablemente lo mismo dijo el Yunque poblano sobre el presupuesto de nuestra Ciudad Capital y el del CDE del PAN. Siendo así, ¿le confiarías tus dineros al Yunque?

En mi caso, el “quiero, puedo, me lo merezco y me lo voy a dar” no le hace daño a nadie. Claro, cuando se estipulan y respetan las reglas para una sana interacción y si el ciudadano en cuestión y su servidora llegamos a un acuerdo… ¿¡Por qué chingados no!?

Porque hasta los juegos de mesa tienen reglas, los de vida deben tenerlas con mayor razón.

En el caso del Yunque, ellos ven dinero y los beneficios que les pueden traer los cargos públicos y se dicen los unos a los otros: “quiero, puedo, me lo merezco y me lo voy a dar”.

El problema es que, en el caso de Puebla Capital y en el del CDE del PAN, el dinero es público. El recurso proviene del pago de impuestos que hacemos todos.

Por lo que toca a Puebla Capital, la gente de confianza y los mismos Eduardo Rivera y Adán Domínguez se llevaron, dicen los que dicen que saben, hasta los clips.

Vaya, no dejaron ni los chicles pegados abajo de los escritorios porque todavía pueden tener algo de sabor. O por lo menos eso es lo que nos aseguran Pepe Chedraui y equipo.

En el caso del CDE del PAN, Augusta Díaz de Rivera aplicó la misma.

Deberías leer: Escuchamos, no juzgamos al PAN.

Y es que dicen los que dicen que saben que no hay dinero para el teléfono ni la luz. Pero ¿qué tal las giras mezcaleras que se aventaron ella y el ahora diputado Marcos Castro?

¡Para esas sí había dinero!

Hoy, el caso de Mario Riestra y de Genoveva Huerta es uno peor al de Bartola.

A ella por lo menos le daban un dinerito semanal, pero a la nueva dirigencia del PAN le dejaron polvo y unos expedientes mal armados para cubrir responsabilidades económicas importantes, como el costo social del CDE, las liquidaciones o los impuestos que no pagaron y que ascienden a más de 2 millones de pesos.

Y esto por una sencilla razón, porque el presupuesto fue ejercido con mi lógica de ligue: “quiero, puedo, me lo merezco y me lo voy a dar”.

¿Y luego se preguntan por qué el panismo y Puebla los reprobaron con su voto?

En serio, ¿le confiarías tus dineros al Yunque?

Ahora la pregunta del millón es: ¿la oposición seguirá confiando en los miembros de esta agrupación, por no llamarla secta?

Aunque algunos piensan que estos personajes podrían migrar a Movimiento Ciudadano, están olvidando que hay un partido en vías de conformación.

¿Será que los miembros del Frente Cívico Nacional y sus líderes cometerán el error de integrar a los yunquistas poblanos a su proyecto?

Ojalá que no, pero parece que sí.

Si las y los poblanos y el panismo ya los reprobaron, ¿será que los fundadores del nuevo partido crean que con cambiarles el color y el logotipo, los miembros del Yunque van a cambiar sus mañas?

Esa es la lógica de Morena, basta con ver a un Manuel Bartlett o a un Manuel Espino por allá… ¿tan rápido le aprendió la oposición al partido de Andrés Manuel López Obrador?

Ojalá que no, pero parece que sí.

Es tan iluso pensar que los miembros del Yunque van a controlar su afición al dinero y su falta de pericia para administrarlo.

Entonces, la pregunta del millón para Guadalupe Acosta Naranjo y las personas de la sociedad civil que los acompañan es: ¿realmente piensan que en Puebla nos vamos a chupar el dedo y a aceptar que el Yunque pueda volver a tener acceso a los dineros públicos?

Considero a Acosta por mucho más sagaz para estos temas que el mismo Dante Delgado, quién es capaz de incorporar a las filas naranjas a lo que sea, hombre, mujer, quimera o ladronzuelo.

La conformación de un partido no es cualquier cosa, pero ellos lo saben.

Cuidar el recurso con el que se constituye un partido político es cosa seria, pregúntenle a los integrantes de México Libre.

Entonces, ¿le van a confiar sus dineros y su noble intención al Yunque?

Lo que ellos ven en el cambio de “uniforme” es una nueva oportunidad para aplicar el: “quiero, puedo, me lo merezco y me lo voy a dar”.

Allá cada ingenuo con el costo de su toma de decisiones.

Te recomendamos:

Salir de la versión móvil