A riesgo de caer en el ‘lamebotismo’ que impera en las redes sociales y entre las plumas entregadas al armentismo, me parece importante hablar de las virtudes de Alejandro Armenta.
Lo primero que debemos destacar es su disciplina, nadie trabaja tanto como él y es difícil que sus colaboradores le siguan el paso.
Es un hombre que sabe de compromisos y el principal es con su labor. No hay tentación que lo distraiga de su tarea primordial, la de gobernar Puebla.
La tercera, que es la que nos tiene hoy sumidos en esta reflexión, es el agradecimiento.
Nadie podrá refutarlo.
Alejandro Armenta es un hombre que conoce el significado de la palabra agradecimiento. Lo ha dejado en claro incluso en las conferencias en las que ha presentado a los personajes que ocuparán cargos en la administración pública con él.
Ha resaltado el tiempo que algunos de sus próximos colaboradores han caminado con él a lo largo de los años.
El problema es que varios de estos personajes no le corresponden ni son justos.
Justo sería reconocer que muchos no tienen ni la expriencia y menos los conocimientos para ocupar una cartera.
Basta ver los reclamos de colectivos respecto de los nombramientos.
No te vayas sin leer: Las deudas de López Obrador.
La ventaja es que Alejandro Armenta será justo y, todo parece indicar, que no permitirá errores ni excesos entre su equipo de trabajo. Y que no se va tocar el corazón para hacer los cambios que deba en el momento correcto.
Falta mucho todavía para la toma de protesta y las indicreciones de un par, les impidieron llegar a la titularidad de una secretaría, no sería extraño que más personajes cayeran.
Sin duda, el gobernador Armenta va a pagar sus deudas. Es un hombre que sabe ser agradecido y justo, pero la permanencia de los funcionarios en los cargos, dependerá de una sola persona…
De quien lo ocupa.
Agradecido y justo… justo y agradecido, esas son las dos virtudes de Alejandro Armenta que apuntalarán o aniquilarán carreras políticas de poblanos en los próximos seis años.
Será interesante analizar qué personajes logran llegar al primer año.
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